Separarnos de quién nos hace bien
Por Julián “Chula” Ruiz.
Imaginate si la especie humana empezara a venir con el chip de no pelear. Y no estoy hablando de los bardos globales ni de guerras ni esas cosas. Estoy tratando de pensar en las peleas que tenemos con los que están al lado nuestro.
Cuántas veces dijimos algo de más y provocó un caos de otra galaxia sin la posibilidad de solucionar lo que en segundos se hizo mierda. Así, mierda. Es verdad que cuando uno está cansado, estresado o pasando una situación límite puede comportarse de la peor manera con las personas que ama, y no estoy justificando nada, solo estoy dando un motivo a quien nos fábrica para meter un chip en el ensamblaje previo a nuestra llegada.
No creo que mi pedido gremial tenga algún oído escuchándolo. Pero espero tenga ojos leyendo y lo que es mejor, cerebros pensando. Porque desde mi experiencia escribo y puedo asegurar que es feo irse a dormir sabiendo que hubo cosas que se pudieron evitar y planes que se habrían podido realizar (quizás) con un simple parar la pelota y volver a mirar la cancha completa. Pero no. Caigo en la que caen la mayoría y escupo mis broncas y frustraciones en fracciones de segundos y de forma indiscriminada.
A veces es tarde para replantearse algunas cosillas, pero hay que hacerlo. Puede que haya personas que nos den por muertos estando vivos por actitudes contra ellas y relaciones irrecuperables por más buenas acciones que pudieron existir.
Si alguien te escuchó enojado es porque estaba alado tuyo viviendo lo que estabas viviendo vos, dando su compañía e intentando dar buenos momentos. Y es algo que no se valora lo que debería ser valorado.
Todos tenemos errores. Algunos, más otros menos, pero acá estamos, manga de seres humanos. Haciéndonos mal separándonos de personas que nos hacen bien y nos acompañan tirando mierda sin pensar ni creer en lo que decimos, por que seamos honestos, nadie dice verdades estando enculado. Solo lastimamos.
Puede que al mundo no lo cambiemos con acciones mínimas, pero si podemos cambiar el ambiente en el que vivimos solo con dejar de ser egoístas de sentimientos y empáticos en el amor.
Amen. Respeten. Acompañen y entiendan lo que pasa el otro.