No cede la inflación

Por Hugo Gulman

Algunas áreas de la economía están atrayendo la atención de los argentinos que observan el renovado ingreso de dólares a las arcas del Banco Central, la estabilidad que se va logrando en el mercado cambiario y el achicamiento de la brecha con el blue. Por otra parte, la tasa de inflación continua altísima.

El gobierno se propone avanzar en estos objetivos elevando el poder adquisitivo de los salarios, muy golpeado estos últimos años, en parte por el deterioro intencional que provocó el gobierno anterior y que más tarde, por diferentes motivos, como la pandemia y la guerra en Europa del este, se limitó la recuperación. Además, hay acuerdos entre de la Secretaría de Comercio y muchas empresas que deberían empezar a cumplirse, algo aún pendiente, que resultaría de gran aporte para mejorar y ayudar a la desaceleración inflacionaria.

El viaje de Sergio Massa a los Estados Unidos, con créditos que desembolsarán el BID y el Banco Mundial y sumado a la liquidación de divisas provenientes de las cosechas, despertaron optimismo en el oficialismo.

Luego de algunas semanas de pérdida de reservas, en especial explicada por el requerimiento de dólares para la compra de energía, se fue estabilizando al caer la demanda, junto al ordenamiento del mercado exterior y los controles a la importación. Hubo dólares que no se demandaron en el mercado porque lo hicieron a través de crédito y postergaron los plazos, lo cual también generó un efecto positivo.

Como consecuencia de estas medidas asomaron un par de semanas con el mercado cambiario en equilibrio, con compras de cuatro o cinco millones aproximadamente. En los últimos días, a partir de los créditos que se destrabaron con el viaje del ministro a Estados Unidos, creció el ingreso de divisas para engrosar las reservas netas. Estaba aprobado para antes del 30 de junio y diferentes motivos, mayormente de carácter político, lo frenaron. Por otro lado, con el dólar soja, con un precio especial para que los exportadores adelanten su liquidación de exportaciones, en septiembre se podrá contar con esos dólares.

Con el objetivo puesto en alcanzar los 5.000 millones durante este mes, se esperaban cerca de 1.000 millones de dólares los primeros días y ya se recaudaron 1500, con lo cual el resultado es positivo. En ese sentido, Agustín D’Attelis, uno de los directores del Banco Central, consideró que no habrá problema en cumplir lo propuesto y quitar presión sobre el mercado cambiario. “Ya vimos que la brecha empezó a ajustarse y los dólares alternativos empezaron a caer. Eso siempre es una buena noticia porque quita presión inflacionaria y da certidumbre. De aquí en adelante, tenemos que seguir administrando el comercio y el mercado cambiario para sostenerlo, pero cambió la situación dramática que teníamos un mes y pico atrás”, planteó.

Sin embargo, desde algunos sectores interesados, se menciona con preocupación el encarecimiento del crédito para el campo. La semana pasada, el directorio del Banco Central tomó una medida relacionada con los créditos que este sector tomaba en el sistema financiero local. Se trata de créditos a tasas muy convenientes acordados en la pandemia, con tasas muy bajas, subsidiadas para sostener a varios sectores.

El sector agropecuario seguía beneficiándose con tasas negativas, por debajo de la tasa de inflación. El BCRA decidió que los productores exportadores que tuviesen en su stock por encima del 5% de lo producido en soja y accedan a los créditos del mercado financiero pagarán una tasa vinculada a de las LELIC, que es la que fija el Banco Central, más un 20%. Es una tasa que deja de ser negativa en términos reales y no tiene un atractivo tan fuerte. “Estamos diciéndole al sector agropecuario que si necesitan plata, que vendan su producción, que tienen que liquidar y no contar con créditos para el tema financiero”, expuso el economista.

De esta manera, se le está ofreciendo este beneficio a un sector habitualmente enfrentado con el gobierno y que si bien tiene un costo alto, permitirá que a lo largo de septiembre ingresen los dólares necesarios para ordenar la macroeconomía. Este ordenamiento era necesario, pero tiene un costo alto porque ese diferencial entre los 140 pesos el dólar oficial y los 200 lo cubre el tesoro con un bono en dólares a diez años de plazo. Desde el gobierno aseguran que no se va a permitir que sigan acumulando stock y utilizando créditos a tasas reales negativas para financiar la producción. “Les decimos que aprovechen esta ventana de oportunidad, vendan esa producción y liquiden los dólares, que es el motivo por el cual tomamos”, afirmó el directivo del Central.

A diferencia de los que opinan que el dólar soja resultará inflacionario para determinados sectores, el economista manifestó que la medida intentó evitar un salto devaluatorio, un riesgo latente si este sector seguía presionando. De haber ocurrido, empujado por el mercado y la especulación de no liquidar y no generar oferta en el mercado cambiario, con la posición de reserva en el Central, hubiese generado un traslado a precios y un deterioro muy fuerte en la economía, algo claramente perjudicial para todos los argentinos.

En economía y en política es frecuente que las necesidades, las presiones y las coyunturas obliguen a ser pragmáticos. En este caso, la gran incógnita es qué tipo de condicionamientos pueden generar. La asunción y el viaje del ministro Sergio Massa marcó un cambio notable respecto de sus antecesores: logró desactivar trabas a los créditos que, aunque muchos argentinos dudan si será mejor o peor, está produciendo una calma valorada por muchos actores económicos y políticos. 

Según D’Attelis hay que poner la mirada en varios planos. El viaje del ministro y los créditos que se destraban, donde ve una cuestión política que está jugando de una manera diferente a como se venía haciendo. De hecho, en el caso puntual del BID, la Argentina había tenido una disputa muy particular con quien después fue elegido presidente, Claver Carone: nuestro país tenía otra posición en relación a la presidencia del BID y eso generó una disputa política muy importante, tensiones que cedieron con algunos movimientos que hubo en el país y la llegada de Massa al ministerio.