Negra y flor
Por Daniel Prassel.
Estimadxs lectores de nuestra trinchera semanal de pensamiento político, hoy vamos a analizar un reciente hecho que podría ser considerado trivial pero que aun así encierra distintos enfoques que deberían, mínimamente, encender algunas luces de alerta acerca de cómo estamos en términos sociales y políticos, porque como hemos dicho infinidad de veces en notas precedentes, no hay salida ni destino posible si no pensamos cada tema en términos comunitarios, luchando por fomentar valores positivos y fortaleciendo la comunidad como último bastión a una modernidad que aparece decidida a llevarse todo puesto, incluso nuestro pensamiento crítico.
Habremos visto por estos días, que Molinos Rio de la Plata, el holding alimenticio del grupo Pérez Companc, decidió en una especie de rediseño de la marca de la harina leudante “BlancaFlor”, retirar la ilustración de la mujer negra con camisa, sombrero de cocinero y aros blancos y delantal rojo, que acompañaba a la marca desde su nacimiento, siendo reemplazada por un nuevo diseño de un palo de amasar, en fin, hasta acá nada que mereciera demasiada atención.
Ahora bien, este suceso generó distintas reacciones masivas en las redes sociales, que como decimos siempre, hoy son una poderosa arma de expresión de las distintas voluntades, ideologías y opiniones de mayorías populares que las utilizan.
En Twitter, cientos de usuarios tomaron postura a favor y contra del cambio; la mayoría, en contra, esta noticia cosecho nada más ni nada menos que 20.000 likes y más de 1000 retuits, y por supuesto sin llegar a leer la totalidad de los mismos, coparon la “discusión” tópicos como racismo, inclusión, prejuicios, discriminación y por supuesto miles de bromas al respecto.
Surge la obvia e incómoda pregunta que inspira la nota de hoy: ¿En qué momento de nuestro hermoso país se hizo más importante discutir el logo de un envase de producto alimenticio en lugar de discutir, por ejemplo, porque el precio del mismo, tratándose de un alimento de primera necesidad aumenta sin control?
No sería un buen momento también para hacer el esfuerzo de mirar un poco más allá, de establecer prioridades y descartar las discusiones estériles que van tirando los mismos de siempre, para poder en serio, discutir los problemas reales y no tanta parafernalia de la nada misma que nos va idiotizando cada vez más como sociedad.
Tengamos en cuenta que mientras se daba este “debate” también todas y todos lxs que sumaron su tuit podrían haber estado debatiendo sobre cómo hacemos para recuperar la soberanía de nuestro rio Paraná, situación medular que de concretarse nos permitiría tener más herramientas y elementos para bajar el precio de la harina BlancaFlor.
Que quede claro que no pretendo ser hostil ni mucho menos esbozar un tono imperativo sino propositivo, porque estimo alarmante que, desde los medios, las redes sociales y las discusiones estériles, nos conduzcan tan fácilmente a las mayorías populares hacia este barro del que nada bueno vamos a poder obtener sino por el contrario, solo vamos a perder tiempo valioso que podríamos poner para defender lo nuestro.
Hay que fomentar el pensamiento crítico, la buena información, la posibilidad de cuestionar el status quo de las cosas y por supuesto, avanzar con la política en la mano como única herramienta de transformación que tienen los Pueblos para realizar los verdaderos cambios que aporten efectivamente a esa comunidad organizada que queremos construir, donde más allá de un logo u otro, se discuta lo crucial por sobre lo irrelevante.
Enfrentamos adversarios durísimos como el Neoliberalismo y la Posmodernidad, que entienden muy bien el juego y vacían cada cuestión de contenido, para que nos entreveremos, luchemos y nos enemistemos por trivialidades, ganando tiempo para que los verdaderos dueños de todo avancen a paso firme, pues entonces despertemos, apostemos a lo genuino, a los buenos sentimientos, recuperemos musculatura para la espiritualidad y el sentido de trascendencia.
Cerrando la nota de hoy, dejo lo expresado en uno de los tuits que alcance a leer por ahí sobre esto que nos decía: “Si el problema de una sociedad es el LOGO en un paquete de harina… Entonces el problema… NO ES EL PAQUETE DE HARINA.” Del usuario @Lauricksanchez, déjenme decirles que coincido plenamente.
“La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos. Estamos en un mundo económicamente organizado por medidas políticas, y el que no organiza su economía políticamente es una víctima”. Cro. Arturo Jauretche.
Más Estado, Más Solidaridad, Más Comunidad, como nuestrxs 30.000 nos enseñaron.