Los reyes magos, los ODS (objetivos de desarrollo sostenible) y un ítalo-norteamericano disfrazado de búfalo
Por Alessandra Minnicelli.
Arranque el día de reyes, escribiendo un Twitter motivador desde la Responsabilidad Social dice: “Con los ODS a la mano y como guía para arrancar el 2021 y ver cuántos y cuales se cumplen en nuestro día a día “, me contesto un twittero que “con la agenda 2030 no, que es una trampa para los países en desarrollo “y le di mi opinión, que nosotros tenemos que generar nuestra mirada sobre cada uno de cada uno de ellos, adaptándolos a nuestra realidad y necesidades. Que los ODS son solo títulos, que las imposiciones sobre cómo avanzar deben venir de nuestro lado. Que avanzan ellos si no nos ven firmes en nuestras metas.
El intercambio quedo ahí, pero durante la semana pasaron cosas: Indulto YA, Indulto NO en Argentina; invasión al capitolio en EEUU ante el recambio institucional Trump-Biden y me impuse repasar el ODS 16 bajo esta mirada.
Este ODS, con una gráfica muy simbólica propone buscar la PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SOLIDAS nos convoca en forma activa a participar en la creación de una sociedad más pacifica e inclusiva, al modo nuestro de nuestra sociedad porque los ODS solo pueden alcanzarse localmente mirando la realidad de cada país y en principio con instituciones y organizaciones propias.
En el camino de este ODS, está claro que el “lawfare “la guerra jurídica o la utilización del derecho como un arma contra el enemigo político, es un ataque artero, porque justamente el fortalecimiento del Estado de Derecho y la promoción de los Derechos Humanos son fundamentales en este proceso. Paz es así, dignidad y respeto a los derechos humanos.
En el camino de las metas para lograr este objetivo, están las plataformas de los gobiernos de los países y el nuestro parecía claro al inicio, cuando de boca del Presidente Fernández escuchamos decir:
En cualquier escenario, la Argentina levantará alto sus principios de paz, de defensa de la democracia, de plena vigencia de los derechos humanos. Defenderemos la libertad y autonomía de los pueblos a decidir sus propios destinos. Mejorar la calidad de los derechos humanos y cívicos implica también superar esta pobre calidad institucional en la que vivimos. Una democracia sin justicia realmente independiente no es democracia. Supo decir un penalista clásico, que cuando la política ingresa a los Tribunales, la justicia escapa por la ventana. Sin una justicia independiente del poder político, no hay república ni democracia. Solo existe una corporación de jueces atentos a satisfacer el deseo del poderoso y a castigar sin razón a quienes lo enfrenten. Hemos visto el deterioro judicial en los últimos años. Hemos visto persecuciones indebidas y detenciones arbitrarias inducidas por los gobernantes y silenciadas por cierta complacencia mediática. Por eso hoy vengo a manifestar frente a esta Asamblea y frente a todo el Pueblo Argentino, un contundente Nunca Más. Nunca Más a una justicia contaminada por servicios de inteligencia, “operadores judiciales”, procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos. Nunca más a una justicia que decide y persigue según los vientos políticos del poder de turno. Nunca más a una justicia que es utilizada para saldar discusiones políticas, ni a una política que judicializa los disensos para eliminar al adversario de turno. Lo digo con la firmeza de una decisión profunda: Nunca más es nunca más. Porque una justicia demorada y manipulada significa una democracia acosada y denegada.“
Alberto fernández
Puedo decir que le creí, porque necesitaba hacerlo. Las discusiones de estos días no están saldadas y espero retome su propuesta de Nunca Más. Porque sin paz, no hay justicia y no hay instituciones sólidas que custodien los DDHH y la democracia.
En paralelo ocurría el ingreso de un ítalo-norteamericano al Congreso de los EEUU, “vestido de Búfalo “un grotesco en imágenes para un País que se apodero del concepto de democracia y libertad, vulnerando la de otros países que son sus colonias o su “patio trasero”. Una sucesión de imágenes que nos recuerdan lo “fantasmagórico “de la economía, de las relaciones sociales en la política y en la historia, la mezcla del imaginario y la ilusión, como en las reflexiones de Marx, el pasaje de la Tragedia a la Comedia, cuando en el devenir de la historia el orden social es puesto en cuestión, cuando la sociedad no puede engendrar verdaderos acontecimientos y solo puede “repetir”, esa lógica de la regresión para mantener la dominación.
Iremos viendo cómo se moldean las nuevas formas, aquí y allá para darle contenido al ODS 16. Paz, Justicia, Instituciones Sólidas.