Los clubes europeos ponen en jaque a la CONMEBOL
Por Lucila Coccia.
La Premier League y La Liga se amotinan y apoyan a los clubes que no quieren ceder jugadores para las Eliminatorias Sudamericanas. Mientras tanto, la Argentina podría perder jugadores importantes para afrontar la triple fecha que comienza los primeros días de septiembre.
Lo que parecía una revuelta mínima, va tomando fuerza en las ligas europeas, que se niegan a liberar jugadores sudamericanos a países que tengan alto riesgo epidemiológico. La decisión que pareciera irreversible se desató a partir de que el gobierno de Inglaterra informó a los clubes que los jugadores que viajen deberán cumplir una cuarentena estricta de 10 días al retornar al país. Decisión que pondría en jaque a la mayoría de los equipos que tienen figuras sudamericanas.
Ese es el caso de Argentina y sus rivales -Venezuela, Brasil y Bolivia- que podrían perder a sus grandes estrellas en esta triple fecha. Sin embargo, la FIFA, en reclamo de la CONMEBOL, afirmó que los equipos que no cedan a sus jugadores afrontarán sanciones. El reglamento expresa la obligatoriedad de liberar a los jugadores cuando sus selecciones los citan de cara a las Eliminatorias.
Por el momento, la selección que dirige Lionel Scaloni no podrá contar con Cristian Romero y Giovani Lo Celso del Tottenham, y tampoco con Emiliano Buendía, Emiliano Martínez del Aston Villa. Aún están en duda los 10 jugadores radicados en España, cuya competición le cedió la decisión de ceder o no a las instituciones deportivas. Los futbolistas que podrían no viajar son Rodrigo De Paul y Ángel Correa del Atlético de Madrid; Gonzalo Montiel, Marcos Acuña, Alejandro Gómez del Sevilla; Juan Foyth, Gerónimo Rulli del Villarreal; y Germán Pezzella, Guido Rodríguez del Real Betis.
La única posición a favor de quienes juegan en La Liga española es que el gobierno ya no exige un aislamiento de las y los viajeros que provengan de Argentina. De todos modos, el país europeo no está conforme con la decisión de la FIFA de extender la fecha de 9 a 11 días, por la inclusión de un encuentro más en la ventana de septiembre. Esta disputa entre los equipos europeos y la FIFA suma un capítulo más en perjuicio de los futbolistas y sus selecciones.