Las ONGs, modernos caballos de Troya. (Primera parte)

Por Christian Lamesa.

En las primeras décadas del presente siglo, las agencias de inteligencia occidentales, que antaño se servían de las fuerzas armadas locales para ejecutar golpes de Estado contra los gobiernos que no le eran afines, han perfeccionado un método novedoso e ingenioso para llevar a cabo estos mismos planes, y esta nueva metodología consiste en el financiamiento y en muchos casos, incluso la creación de Organizaciones No Gubernamentales, que tienen como fin la desestabilización, fomentar el descontento, organizar revueltas “espontaneas” y desacreditar mediante informaciones falsas, a los gobiernos que tienen políticas autónomas o que pretenden defender la soberanía popular. 

Sin embargo, estas ONGs siempre ocultan sus verdaderas intenciones detrás de pomposos y loables enunciados como, “La defensa de los derechos humanos”, “La lucha contra la corrupción”, “Los derechos de las minorías sexuales” o “La transparencia de los gobiernos”. Pero la realidad es bastante más oscura que los, aparentemente nobles fines, que buscan muchas de estas organizaciones y aquellos que las dirigen, los cuales a menudo pretenden ponerse sobre un pedestal moral, por encima inclusive de los representantes políticos elegidos por sus pueblos para la tarea de gobierno, siendo que paradójicamente, los oenegeros no son elegidos por nadie, o por lo menos, no por el pueblo, pero sin duda alguna, muchos de ellos han sido escogidos desde capitales extranjeras, para recibir abultadas cantidades de dinero y “trabajar” en favor de intereses foráneos. 

Para comenzar vamos a enumerar algunas de las más importantes organizaciones e instituciones internacionales, que a su vez financian a otras ONGs que actúan en todo el mundo, varias de ellas con sede en nuestro país y otras locales, muy renombradas, generando todo este entramado, una autentica telaraña que casi siempre termina en Washington D.C.

Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (United States Agency for International Development, USAID)            

Esta agencia fundada por el presidente Kennedy en 1961, supuestamente es un organismo independiente del gobierno del país norteamericano, sin embargo recibe sus directivas estratégicas directamente del Departamento de Estado. Su finalidad consiste en el apoyo y la ayuda económica en diversos países, para proyectos de agricultura y sanidad principalmente. La realidad es muy distinta, sirviendo esto como pantalla para el financiamiento de grupos políticos opositores y la desestabilización de aquellos gobiernos que EEUU considera no lo suficientemente alineados con sus intereses, habiendo promovido numerosos golpes de Estado en Latinoamérica. En un artículo de abril de 2014, de la publicación estadounidense Foreign Policy, éste señala que durante las décadas de 1960 y 1970, la USAID estaba asociada con la, ya clausurada, Oficina de Seguridad Pública de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), un departamento acusado en su momento de entrenar a cuerpos de seguridad extranjeros, en técnicas de terrorismo y tortura. Aunque estas actividades eran clandestinas y la USAID siempre ha negado su participación en las mismas, las repercusiones a nivel internacional de estos hechos han dañado la imagen pública de esta agencia norteamericana. 

Más acá en el tiempo, en 2014, la agencia Associated Press reveló los entretelones de la operación que se escondía detrás del proyecto “ZunZuneo”, la cual consistía en la creación de una red social, similar a Twitter, para generar la difusión de noticias falsas en Cuba, especialmente entre los jóvenes de la isla, lo que esperaban que generase un clima de descontento, que derivase en protestas y finalmente en una “revolución  de color”, eufemismo marketinero de la CIA para renombrar a los golpes de Estado en el siglo XXI. Esta operación se inició en diciembre de 2009, prácticamente al mismo tiempo que fracasaba otro plan patrocinado por la USAID en el país caribeño, relacionado con las comunicaciones a través de Internet, al ser encarcelado y sentenciado a quince años de prisión el contratista estadounidense Alan Gross, por actos contra la independencia y la integridad territorial del Estado.

La USAID también financió a través de sus oficinas a organizaciones venezolanas que operaron durante el sangriento golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez. Junto con la International Republican Institute, ayudaron de manera significativa a la creación del partido político, Primero Justicia, del cual salieron, entre otros, Leopoldo López y Henrique Capriles, dos de los opositores venezolanos que estuvieron detrás de las manifestaciones violentas de 2014, llamadas guarimbas, que causaron cuarenta y tres muertos y más de mil heridos. Tres años después se volverían a incitar nuevas guarimbas, pero en esa ocasión el saldo sería peor aún, con ciento veintisiete muertos y tres mil heridos. 

La agencia “humanitaria” estadounidense fue expulsada de Bolivia en 2013, siendo acusada por el presidente Evo Morales, de conspirar en contra del gobierno. En el Perú, durante la presidencia de Alberto Fujimori (1995-2000), fondos suministrados por la USAID, fueron usados por el Fondo Poblacional de las Naciones Unidas (UNFPA) para llevar adelante un siniestro plan de esterilización forzada de amplios sectores de la población campesina pobre del país andino. Según el Ministerio de salud peruano, fueron sometidos a esta práctica en contra de su voluntad 331.600 mujeres y 25.590 hombres.

En septiembre de 2012, la Federación Rusa prohibió las actividades de la USAID en el territorio nacional, debido a las grandes cantidades de dinero que había derivado la agencia, hacia partidos políticos de la oposición, en las recientes elecciones, configurando esto una flagrante injerencia en la política interna del país. 

Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy, NED)

La NED fue creada por el Congreso de EEUU durante la presidencia de Ronald Reagan, el 18 de noviembre de 1983, con la misión de apoyar y promover la democracia liberal en el mundo. Sin embargo, más allá de los eufemismos que tanto gustan usar en Washington, la verdadera finalidad de la nueva Organización No Gubernamental, respondía a la enfermiza obsesión del presidente norteamericano por destruir a la Unión Soviética y al comunismo. El trabajo de la fundación, era y sigue siendo, llevar adelante las operaciones de desestabilización en el extranjero, que antes dirigía la CIA a través de la USAID, pero que debido a los escándalos que habían protagonizado en las dos décadas anteriores y a raíz del desprestigio que generaron, se hizo necesaria la creación de esta nueva herramienta como pantalla. A partir de ese momento se convirtió en el principal vehículo para hacer llegar recursos económicos a diversas ONGs de todo el mundo, las cuales servían y siguen sirviendo en la actualidad, a los intereses del Departamento de Estado y las agencias de inteligencia estadounidenses, en la generación de climas sociales adversos, mediante los cuales van desgastando a aquellos gobiernos que no se alinean exactamente con las políticas e intereses de Washington, o mejor dicho, no se someten a las directrices de las corporaciones globales que dirigen a los que algunos creen que gobiernan desde la capital norteamericana. 

Para su funcionamiento, la NED posee cuatro estructuras autónomas, a las que subvenciona y ellas se encargan de redistribuir en el mundo el dinero del que disponen, entre ONGs, organizaciones sindicales y asociaciones empresarias, como así también partidos políticos de derecha y de izquierda sin distinción, siempre y cuando estén dispuestos a dejarse “financiar” por la noble fundación norteamericana. Esas cuatro estructuras autónomas son:

El Instituto de Sindicatos Libres (Free Trade Union Institute – FTUI), hoy rebautizado como Centro Americano para la Solidaridad Laboral Internacional (American Center for International Labor Solidarity – ACILS), cuya gestión está en manos de la central sindical norteamericana AFL-CIO; El Centro para la Empresa Privada Internacional (Center for International Private Entreprise – CIPE), el cual es dirigido por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos; El Instituto Republicano Internacional (International Republican Institute – IRI), gestionado por el Partido Republicano y por último, el Instituto Nacional Demócrata de Asuntos Internacionales (National Democratic Institute for International Affairs – NDI), en este caso, en manos del Partido Demócrata. 

Al igual que la USAID, la NED ha realizado el financiamiento de muchas acciones “democratizadoras y humanitarias” en gran cantidad de países y sería casi imposible enumerarlas todas, pero si podemos mencionar algunas de ellas:

Ha realizado donaciones a La Fundación Nacional Cubano-Americana, creada por Jorge Mas Canosa y Raúl Masvidal en Florida, EEUU en 1981. Esta organización ha sido acusada por el gobierno cubano de la planificación y financiación de ataques terroristas dentro de la isla, entre ellos un atentado en septiembre de 1997, que le costó la vida a un turista italiano en La Habana.​ Además, el cubano Luis Posada Carriles, ex agente de la CIA, afirmó en 1998 que recibió apoyo financiero de la fundación anticastrista para realizar una campaña de atentados, llevada a cabo durante 1997, aunque negó tener vínculos con el ataque mortal. Posada Carriles también fue sindicado por el gobierno de Cuba e incluso por el FBI, como el autor intelectual del atentado del año 1976, contra el vuelo 455 de la empresa Cubana de Aviación, en el que murieron 73 personas.

Durante la década de 1980 la NED apoyó programas en Nicaragua, los cuales eran complementarios a las operaciones terroristas ejecutadas por los “contras” y financiadas clandestinamente por EEUU, con la intención de derrocar al gobierno sandinista.

En la misma época, Washington utilizando la ONG como pantalla, financió a través de programas de ayuda, a grupos relacionados con las operaciones de apoyo estadounidense a los terroristas muyahidines en Afganistán. 

En Venezuela, el gobierno publicó documentos en 2004​ que demostraban que la NED había concedido donaciones a grupos opositores en el país, como la ONG “Súmate”, entre los años 2000 y 2001; muchos de los cuales tuvieron una activa participación durante el golpe de Estado de 2002. La NED también había financiado la elaboración de encuestas falsas, favorables a la oposición venezolana, antes del referéndum revocatorio que se desarrolló en 2004, el que finalmente ganó el presidente Hugo Chávez.

La fundación cuyas operaciones son solventadas por el Estado del país norteamericano, también intervino en la política interna y en elecciones en Panamá, Haití, Filipinas y muchos otros países en los cinco continentes.

Open Society Foundations (George Soros)

Esta poderosa Organización No Gubernamental fue creada en 1993, por el multimillonario especulador financiero George Soros y tiene presencia, a través de sus sedes regionales y programas, en más de ciento veinte países. En la página web de la fundación se puede leer cual es la finalidad de su tarea: 

“Open Society Foundations trabaja para construir democracias vibrantes e inclusivas cuyos gobiernos rindan cuentas a sus ciudadanos.” Y agrega: “Open Society Foundations, fundada por George Soros, es el mayor financiador privado del mundo de grupos independientes que trabajan por la justicia, la gobernanza democrática y los derechos humanos. Proporcionamos miles de subvenciones cada año a través de una red de fundaciones y oficinas nacionales y regionales, financiando una amplia gama de proyectos.”

Antes de analizar algunas de las verdaderas tareas que financia la fundación del magnate húngaro, me surge una pregunta: ¿Cuál sería el mandato popular otorgado a George Soros y quien se lo habría delegado, para ocuparse de “construir democracias vibrantes e inclusivas cuyos gobiernos rindan cuentas a sus ciudadanos”? Ya que en la gran mayoría de los países, donde sus fundaciones operan, hay gobiernos elegidos por sus pueblos, y en última instancia son éstos los que deben aprobar o reprobar a los mandatarios, cada un determinado periodo de tiempo, y de hecho así funciona el sistema electoral en las democracias, sistema al que nunca se ha sometido, por lo menos hasta donde tengo conocimiento, el especulador financiero devenido en filántropo. Extraña particularidad ésta, ya que dentro del sistema capitalista, aquellos que han amasado cuantiosas fortunas, simplemente gracias a un sistema que posibilita la especulación financiera, en lugar de la inversión productiva, suelen caracterizarse por una avaricia desmedida e insaciable, por lo tanto, me permito dudar de las intenciones de este tipo de seres y detrás de las actividades altruistas de la Open Society, sin duda hay motivos más oscuros de los que pregonan públicamente.

La realidad es que las actividades de la ONG de Soros, al igual que las dos antes mencionadas, que están directamente ligadas a los intereses geopolíticos de Washington, diría yo, que son los organismos, de este tipo, más poderosos del mundo, compartiendo objetivos comunes los tres e incluso participando en conjunto en muchos proyectos, como por ejemplo, la financiación de las actividades de la organización Transparency International, sobre la cual hablaremos más adelante.

Cuando la USAID, la NED, la Open Society o las ONGs financiadas por éstas, hablan de construir democracia, de la defensa de los DDHH o de la gobernanza transparente, en realidad están pretendiendo imponerle a todos los países la aceptación de sus intereses, de sus políticas y de su forma de vida, sin tomar en cuenta que hay países con civilizaciones milenarias que tienen valores propios, que no pretenden imponérselos a nadie, pero tampoco están dispuestos a que se les impongan los lineamientos de vida occidentales, los cuales muchas veces están teñidos de una profunda hipocresía, cuando hablan de la defensa de los derechos humanos en el mundo, mientras que en los EEUU, por ejemplo, el racismo y la marginalidad originada en la exclusión económica, son flagelos que no han podido solucionar en el país más rico del mundo y azota a un importante porcentaje de la población, especialmente entre los sectores afroamericano, latino y la empobrecida clase media trabajadora. 

La soberbia y la arrogancia de estos “filántropos” y oenegeros no sería tan grave si solo quedase en eso, una autopercepción de superioridad moral, mediante la cual están “autorizados”, e inclusive diría, “predestinados” a señalar el camino correcto de rectitud e iluminación a la humanidad. Sin embargo, como vimos con las dos poderosas ONG norteamericanas, la fundación de George Soros también tiene algunos objetivos menos noble que los enunciados de su portal en Internet, y uno de ellos es, al igual que en el caso de sus socias de Washington, la desestabilización de los gobiernos que se oponen a estos planes.

En los años previos a la desaparición de la Unión Soviética, Soros ya estaba financiando, a través de ONGs que eran pantallas de la CIA, al sindicato polaco “Solidaridad” y al grupo  checoslovaco “Carta 77”, entre otros, siendo esto parte del plan de desestabilización del bloque soviético y que concluiría en su colapso y el desmembramiento de la URSS en 1991. Pero las acciones del especulador húngaro no terminaron ahí, sino que continuaron en la década de 1990, apoyando y colaborando con la USAID, la NED, el Instituto Republicano Internacional, el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales, la Casa de la Libertad (Freedom House) y el Instituto Albert Einstein, en la infiltración de las ex repúblicas soviéticas, con el objetivo de desestabilizarlas y llevar a cabo “revoluciones de colores”, como sucedió en Georgia y en Ucrania.

El 25 de mayo de 2014, cuando ya se había ejecutado, un par meses antes, el sangriento golpe de Estado contra el legítimo presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich; había comenzado la guerra civil en el Donbáss; y grupos neonazis afines a los golpistas de Kiev, habían perpetrado la masacre de la Casa de los Sindicatos en Odessa; el periodista Fareed Zakaria entrevistó a George Soros en la cadena CNN. A continuación podrán leer un fragmento que creo será de interés para este artículo:

“Fareed Zakaria: George Soros ha hecho una de las grandes fortunas del mundo apostando por las tendencias globales, y está profundamente preocupado por los acontecimientos y las tendencias políticas en Ucrania, específicamente, pero en Europa en general. Acaba de regresar de la región y se une a mí para hablar sobre lo que vio, lo que piensa y dónde está poniendo su dinero. George Soros, es un placer tenerlo con nosotros.

George Soros: Igualmente.

Zakaria: Primero sobre Ucrania, una de las cosas que mucha gente reconoció sobre usted fue que durante las revoluciones de 1989 financió muchas actividades disidentes, grupos de la sociedad civil en Europa del Este y Polonia, la República Checa. ¿Están haciendo cosas similares en Ucrania?

Soros: Bueno, establecí una fundación en Ucrania antes de que Ucrania se independizara de Rusia. Y la fundación ha estado funcionando desde entonces y ha jugado un papel importante en los acontecimientos actuales.

Zakaria: ¿Cree que Ucrania podrá afirmar una especie de independencia de Rusia y una alineación con Occidente, pero no una alineación específica con la OTAN, sino una especie de orientación hacia Occidente, o los rusos siempre los detendrán?

Soros: No. Putin intentará desestabilizar Ucrania, pero los ucranianos, la gran mayoría de los ucranianos, están decididos a ser independientes de Rusia. No será fácil porque Putin ha apostado a su régimen por desestabilizar a Ucrania porque es una amenaza para su régimen en Rusia. Si tiene libertad, medios de comunicación libres, etc. y una economía floreciente, eso haría que su régimen fuera insostenible.” 

(nota del autor: pasados siete años del golpe de Estado en el que jugó un papel importante Soros, tal como admite en la entrevista, la economía de Ucrania está quebrada, el país sobre endeudado y han muerto cerca de veinte mil ucraniano a consecuencia de estos eventos.)   

La fundación a la que hace referencia Soros en la entrevista, es la International Renaissance Foundation (IRF), que opera en Ucrania desde 1990, cuando el país aún era parte de la URSS, y habría que preguntarse, ¿por qué los últimos dirigentes de la Unión Soviética permitieron tan alto nivel de penetración de los servicios de inteligencia extranjeros en el país? 

Estas son algunas de las acciones en pos de la buena gobernanza, la democracia y los DDHH que lleva adelante el filántropo húngaro. 

En la segunda parte de este artículo, veremos como Organizaciones No Gubernamentales internacionales muy prestigiosas, tienen un doble rasero para medir las violaciones a los derechos humanos, dependiendo de qué país se trate, y como éstas reciben parte de su financiamiento de las organizaciones que acabo de mencionar. También como muchas ONGs que operan en nuestro país, las cuales tienen mucha más influencia en nuestras vidas, de lo que creemos, reciben sus fondos desde Washington, y como el Ministerio de Educación de nuestro país, le abre las puertas a la Open Society para que se involucre en la educación de los estudiantes argentinos.  

Por último, analizar algunas de las políticas de acoso que ponen en práctica contra los Estados soberanos que se resisten a esta forma de desestabilización e intromisión, y como otros países, pecando de una ingenuidad supina o de una peligrosa complicidad, condenan y cuestionan a quienes se defienden de estas injerencias extranjeras.