Las ollas y el viento
Por Daniel Prassel.
Momento bisagra para nuestro país y nuestra Patria, donde recientemente venimos de rubricar el tan ansiado acuerdo con bonistas, que si bien no es la panacea, era lo que la hora exige y por supuesto coincidimos con los memes del Joker que dicen “Trosko no lo entenderías”, así que dicho esto avancemos en nuestra columna del día de hoy donde además de abordar algunos aspectos que devienen de esa noticia, cabalgaremos como cada domingo en pos de seguir construyendo esa comunidad que comprenda sobre sus derechos para que a posteriori, puedan defenderlos.
Lo primero que tenemos que decir, aunque nos mordamos la lengua viendo al domador de reposeras batir records en rotura de cuarentenas por el mundo, es que pagar hay que pagar, nuestro movimiento tiene la tradición de arreglar lo que rompieron otros, eso es un dato objetivo y no somos ningunos iluministas, por el contrario si hacemos memoria, una de las principales prioridades de nuestro gobierno era poder arreglar esta verdadera bomba que nos dejaron y que por supuesto, te empioja toda decisión económica que quieras tomar si no pudiste desactivarla.
Este gran primer paso nos allana un poco el camino que estamos andando, debemos recordar que no es casual que, habiendo pateado los vencimientos, aparezcan decisiones políticas como el regreso del Procrear, sabiendo que el techo propio es el mayor acto de justicia social y por consiguiente las bonanzas que traerá su desarrollo donde se reactivan rubros como construcción, mano de obra, materiales, etc. son los nutrientes de ese círculo virtuoso que tanto estamos necesitando.
La recuperación económica la vamos a ir construyendo con medidas de esta magnitud y a paso firme, porque no nos engañemos, estamos en una guerra mediática desatada desde que nuestro presidente chicaneo a Rocca ese 30 de marzo de 2020, que ya pareciera tan lejano, con lo de “hay que ganar un poquito menos”, y a partir de ahí nos pegan a diario, nos operan sin descanso y no paran de generar divisiones en el Pueblo para llevarnos al descontrol, que afortunadamente no llega por esa inmensa red de organización popular, solidaridad y amor hacia el prójimo que vemos en cada barriada con las ollas, merenderos y miles de instituciones que abren su puerta y su corazón a los que la están pasando mal.
Debemos también, intentar por más difícil que sea, ver la película entera y no quedarnos en una sola foto, porque se están jugando cosas grandes y no solo acá, sino en el mundo, que cada vez está más hostil y salvaje que nunca, donde este sistema capitalista la pone toda con tal de concretar sus objetivos, hay que tener fe como pedía el Negro Olmedo, y a esa fe acompañarla de acción directa y a tiempo, desde lo chiquito hacia lo grande, si sabes que un vecino no morfa y podes acércale un alimento, pero no se lo entregues y listo, háblale e invítalo a tocar estos temas para romper el cerco de las empresas masivas de comunicación que nos quieren llevar con su odio a la disgregación social.
Hay que repetir hasta el hartazgo que “nadie se salva solo”, cuidando y resguardando el tejido social que citábamos más arriba, porque Perón lo sabía y lo dejo escrito, esa consigna que hoy utilizamos en este difícil contexto, es una actualización de “Nadie se realiza en una comunidad que no se realiza” y es por ahí, no hay más vueltas ni tampoco magia como nos enseñó Cristina.
Nos toca un periodo histórico en nuestras vidas, otra vez la batalla contra el neoliberalismo, pero en su versión más potente de la que se tenga memoria, para que dimensionemos un poco, el fondo de inversión Blackrock es el tercer PBI del mundo, solo superado por los Estados Unidos y China, mueve activos por más de 6 billones de dólares siendo el mayor administrador de fondos del capitalismo occidental, de grandes empresas, familias ricas, aseguradoras y fondos de pensión, con estos nenes estuvimos negociando de la mejor manera posible, posta no es joda el poder de estas corporaciones que pueden invadir países o voltear gobiernos dependiendo de sus intereses de turno.
Por último, ya empezamos a ordenar la deuda externa (que nos dejaron Macri y Cía.) y sin dudas, se abren los debates pertinentes sobre la otra deuda, la interna, donde todas y todos somos responsables y estamos obligados a poner lo mejor que tengamos para sacar adelante una vez más a nuestra Patria, sin renunciar jamás a nuestras banderas y ladrillo por ladrillo edificar el estado que tanto nos merecemos y por el que lucharon y dieron su vida los bombardeados, fusilados, desaparecidos y hambreados, que siempre son los mismos, lxs nuestrxs.
A pesar de los muchos conversos, los muchos que se han cambiado la ropa, los muchos que se han lavado la cabeza, nosotros seguimos creyendo que hay un país para cambiar, hay una sociedad nueva para construir, hay un camino nuevo que alumbrar” Compañero Germán Abdala
Más Estado, Más Solidaridad, Más Comunidad, como nuestrxs 30.000 nos enseñaron.