La realidad supera al fútbol

Por Lucila Coccia.

Parecía que la pasión de multitudes resistía cualquier viento y marea, pero finalmente, y con más de 30 mil casos diarios, el dueño de la pelota decidió llevársela a su casa. Así, la AFA acató las medidas sanitarias del gobierno y suspendió las competiciones locales desde el 21 hasta el 30 de mayo inclusive.

Si se traducen las restricciones, el fútbol que se frena es la Copa de la Liga, que tenía programadas sus semifinales para este fin de semana, y todas las categorías del Ascenso, en la rama masculina. En el lado del femenino, se suspendió a dos fechas del final el torneo Apertura 2021 que corresponde a la Primera División, la única categoría que se está jugando. 

El fútbol, con sus reglas ambiguas sobre contactos estrechos y aislamientos, resistió casi siete meses de actividad en medio de una pandemia que azota al mundo. Si bien se quiso mantener un control sobre los jugadores y jugadoras, lo cierto es que con realidades como la de Banfield con 21 contagios, River que aún suma casos, Gimnasia de la Plata y Rosario Central, para nombrar algunos, es difícil mantener la vista en la pelota.

Si bien el anuncio se publicó como la suspensión del fútbol, en realidad, la pelota sigue rodando. Aún siguen en pie la Libertadores y la Sudamericana por las cuales algunos partidos, por un tema de localías, se jugarán en el país. 

Parece que en el barrio de América Latina para los grandes todo vale y con esa tranquilidad se maneja la CONMEBOL. A esta asociación que ni le asustan los estallidos sociales en Chile, Colombia o Perú, tampoco el golpe de estado en Bolivia, mirá si se va a conmover por la crisis sanitaria que está afrontando el país.

Lo cierto, es que por lo menos la AFA y el gobierno nacional aunaron fuerzas para tratar de frenar el aumento de casos y de muertes por coronavirus.

Después de mucho tiempo, la salud y la vida se sobrepusieron al negocio. Porque hoy, en Argentina, la realidad supera al fútbol.