La oportunidad de una nueva izquierda en Perú: ¿Quién es Pedro Castillo?
Por Diego Gutiérrez- Analista de política y comercio internacional.
Perú, desde hace ya varios años, viene arrastrando un modelo neoliberal que no cambia con ninguno de los nombres que se suceden en la política doméstica. Casi todas los y las candidatas que se postularon para estas presidenciales, pusieron en cuestión el modelo económico que rige la vida de los peruanos desde hace 30 años. Una de las voces que más fuertemente lo ha cuestionado es Pedro Castillo, el sorpresivo candidato que obtuvo casi el 20% de los votos, y con ello el primer lugar y junto con el pase a la segunda vuelta, programada para el 6 de junio.
Pero, ¿Quién es Pedro Castillo? O mejor dicho, ¿cuáles son sus ideas políticas? ¿Cuál es su visión de la realidad social, económica y política sobre el Perú, la región y el mundo?
Castillo, es un profesor de primaria y sindicalista de la región de Cajamarca, en la provincia de Chota. Fue protagonista principal de una huelga de maestro durante el 2017, conocida como “la huelga del magisterio”, la cual se mantuvo durante 75 días con una gran dosis de acatamiento. Se calcula que de 340 mil docentes, alrededor de 250 mil acataron la medida. Castillo es dirigente del comité de lucha de las bases regionales del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP), y en aquel momento se mantuvo en contra de la posición más cercana al gobierno que mantuvo la principal dirigencia del sindicato.
Castillo forma parte de lo que se conoce como “Rondas Campesinas”, organizaciones comunales autónomas de zonas rurales del Perú. La primera de esas organizaciones surgió en el distrito y provincia de Chota en la misma región de Cajamarca de donde es originario el candidato de Perú Libre. Esta se formó a fines del año 1976 y sus primeros objetivos fueron los de patrullar senderos, caminos y campos para ponerles fin a los robos de ganado. Factores como la corrupción dentro del Estado, la escasez de funcionarios para destinar hacia esas zonas y la dificultad de la administración de justicia en las zonas rurales casi que forzaron su aparición.
Estas “Rondas Campesinas” se dispersaron por todo el país y actualmente se considera que existen alrededor de 250 mil “ronderos” agrupados en 8 mil comités de rondas por todo el Perú. En los años 90´s surgieron un tipo de rondas llamadas “Comités de Autodefensas” y estuvieron directamente avocadas a la lucha en contra de la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, ya que las actividades de esta agrupación en contra de los campesinos, autoridades o fuerzas de seguridad de las comunidades del interior fueron incrementándose en el tiempo. No está claro si participó de estas últimas pero en su primer debate presidencial post primera vuelta las reivindicó.
Castillo no tenía un gran aparato de prensa, ni contaba con demasiada presencia en las redes sociales, pero en la última semana antes de la primera vuelta algunas encuestas avizoraban su remontada ante el estancamiento de los demás candidatos. Pertenece al partido “Perú Libre”, el cual se define como Socialista. Este partido tiene ciertos lemas con los cuales se autodefinen: “Fuerza Nacida del Pueblo; No más pobres en un país rico; Hasta más allá de la Victoria; El lapíz es cultura, cultura popular”. Podría ser catalogado como un partido de los llamados “Populismos latinoamericanos del siglo XXI”, título que para una gran parte del espectro político es una virtud, en cambio para otros sectores conservadores y neoliberales, configuraría la encarnación del mismo mal.
En las semanas posteriores a las elecciones empezó una campaña de estigmatización de Castillo, tratando de relacionarlo con el desaparecido grupo guerrillero Sendero Luminoso. También se pudo ver una campaña vial de carteleria con consignas anticomunistas como “El comunismo genera miseria y pobreza”, campaña que algunos asignan a la candidata de Fuerza Popular. Otro candidato, Daniel Urresti, legislador del partido “Podemos Perú”, también se sumó a la campaña sucia acusando a cuatro parlamentarios electos de Perú Libre como ex senderistas. Como no podía ser de otra manera, los medios de comunicación Limeños se sumaron a la campaña en contra, el Grupo mediático El Comercio y sus cuatro publicaciones graficas también atacaron con virulencia al candidato cajamarqueño.
Castillo, juntos con los miembros de su partido, se definen como una izquierda socialista, no tienen anclaje en los mismos sectores sociales que la izquierda que represento en estas elecciones la candidata de Juntos por el Perú, Veronika Mendoza. La antropóloga y líder feminista, dos veces candidata a presidenta, tuvo más votos en sectores de clase media, mientras que Castillo arraso en los sectores rurales andinos del país. Castillo triunfo en 17 de los 25 departamentos en los que se divide Perú. Si bien la elección mostró una gran fragmentación electoral, en varias de los departamentos en los que Castillo ganó, lo hizo con porcentajes relativamente altos algunos y muy altos otros, entre 37 y 54%. La hegemonía fue casi total en la región andina sur y centro y algo del norte y algunos distritos de la zona Selva. En el distrito más poblado, Lima, Hernando de Soto obtuvo el primer lugar pero con un porcentaje muy bajo, un 16%.
Castillo y el partido tienen una plataforma política bien definida, en donde el neoliberalismo es el principal eje de toda la argumentación política para el cambio de paradigma que propone en el caso de ganar. Una propuesta muy ambiciosa que desde algunos sectores políticos y mediáticos es tildada de “ultraizquierda” o incluso como “radical”. En realidad lo que propone es volver a poner al Estado como el eje articulador y organizador de los ámbitos más importantes de la vida de los ciudadanos y ciudadanas del Perú, todo lo contrario a los últimos 30 años en donde el Estado solo ha cumplido un rol subsidiario garantizándole las ganancias a los grandes grupos concentrados económicos de poder, tanto nacionales e internacionales, mediante un reparto inequitativo de la riqueza producida.
Un eje central del planteo del programa de Perú Libre es la reforma constitucional. La actual es fruto de la reforma del año 1993, y como tal, es parte de un modelo neoliberal de ver la vida y la economía. Según el documento esta constitución estuvo promovida por “el gran empresariado nacional y transnacional, concretándose los objetivos del Consenso de Washington, que les permitió adecuar la administración estatal a sus intereses e instaurándose un nuevo modo de producción al país conocido como neoliberalismo”.
Un Estado que como plantea Perú Libre “es incapaz para resolver las necesidades de las clases mayoritarias (…) y de no poder cubrir las necesidades más elementales que garanticen una vida decorosa ni los derechos fundamentales de la sociedad peruana”. También la tilda de “mercantilista, privatista y entreguista” y hace énfasis en algunos artículos a los que califica de “petreos”, “clausulas inamovibles, innegociables e inmodificables del neoliberalismo”. En estos, el Estado delega responsabilidades como la educación, la salud o la seguridad en el sector privado como principal proveedor. En la salud, si bien pone en un pie de igualdad a la pública con la privada, en los hechos no articula políticas para garantizar ese derecho desde el sector público. Crisis de la salud evidenciada en los números de la pandemia, uno de los peores países en cantidad de muertos por millón de habitantes a la par con Brasil.
Crisis que también se ha dejado ver en la falta de oxígeno para pacientes graves, aquellos que requieren de tubos de oxígeno medicinal para poder respirar. Debido a la gran cantidad de demanda, unas 500 toneladas diarias, los hospitales no dan abasto, ya que en el país se producen unas 400 en 104 plantas, y a esto hay que sumarle la falta de la logística necesaria para poder acceder al insumo que países como Chile ya le han ofrecido al gobierno peruano. En julio del 2020 se puso en marcha una campaña solidaria de donación de fondos llamada Respira Perú, organizada por la Conferencia Episcopal Peruana, la Universidad San Ignacio de Loyola y la Sociedad Nacional de Industrias, con lo recaudado se lograron comprar 13 plantas móviles de producción de oxígeno y en enero de este año la empresa de fabricación de autobuses MODESA construyo las primeras 6 plantas de fabricación íntegramente peruanas de oxígeno, las cuales entregadas al sector público y privado de salud.
Entre sus propuestas, Castillo promete una ambiciosa meta, invertir un 10% del PBI para la salud, hoy en día, la inversión del gobierno está en alrededor del 3,5%, una de las más bajas de la región. Otras de las propuestas es impulsar la creación de un programa de alfabetización, reformar las curriculas en los 3 niveles educativos, nacional, regional y local, escuelas de educación especial, escuelas secundarias con especializaciones y crear universidades estatales de educación en cada región, entre otras
Según el documento, otro de los artículos “petreos” del neoliberalismo es el referido a la educación superior, la cual el Estado, a pesar de ser gratuita y pública, no garantiza el acceso a los sectores populares y se exime de impuestos a la universidades, institutos y escuelas privadas. Desde principios de los años 90 se asiste a un fenómeno que algunos llaman una “retilizacion” de las universidades públicas.
En lo económico plantea una reforma que los acerque a las políticas económicas impuestas por los gobiernos de Evo Morales y Rafael Correa, y le asigna un nombre propio, Economía Popular con Mercados: idea que implicaría la primacía del Estado ordenando la economía. A su vez, Castillo, propone un Estado regulador del mercado, que sea fuerte, con facultades y descentralizado propio de una república federal. Un Estado redistribuidor de la riqueza, industrializador y nacionalizador, “soberano que fortalezca la economía interna invirtiendo sus capitales en el país”. Propone una revisión de los contratos de las empresas que permita una “renegociación o anulación de los mismos”
También propone un cambio en la manera de hacer que el Estado obtenga recursos, en vez de obtenerlos a partir del endeudamiento externo la estrategia será de obtenerlos “a partir de la soberanía de sus recursos con menos endeudamiento externo y superávit fiscal”. Buscará priorizar la demanda interna como motor de la economía pero sin descuidar a su sector externo, el cual es la mayor fuente de divisas del país. Plantéo que también hace con la macroeconomía, a la cual se la pone por delante de la microeconomía, a la cual promete darle prioridad sin desatender la primera.
Medidas en concreto que propone para realizar todos estos cambios son varias, entre ellas pago de impuestos para las transnacionales, las cuales muchas de ellas no pagan impuestos a las rentas ni canones por concesiones hechas en los años 90¨s. Reinversión de utilidades que redunden en mayor valor agregado y generación de puestos de trabajo. Re-estatización en caso de ser necesario, de los sectores estratégicos como el minero, gasífero, petrolero, hidroenergeticos y comunicacionales, entre otros. Y renegociación de la deuda externa e interna para su cancelación.
Y, quizás lo más importante del panorama económico, es la promesa es dejar de ser un Estado “sometido a las formulas del Consenso de Washington, el Banco Mundial, el FMI, la Reserva Federal, el gobierno de los EEUU y sucedáneos”. Quizás por esto es que los sectores concentrados de la economía entre los que se encuentran los medios de comunicación han comenzado con esta campaña mediática de demonización del candidato de Perú Libre.
Estos son los ejes más importantes de la campaña y programa de gobierno de Pedro Castillo, aunque no los únicos, pero que de ganar serán los que causarán más controversia y ataques por aquellos sectores que concentraron la riqueza peruana casi sin ningún tipo de objeciones.