La no comunicación, ¿falla premeditada?
Por Julio De Vido (h).
La comunicación social es una ciencia tan antigua como vigente, sus precursores podrían encontrase en los sofistas de las polis griega de Atenas, conocida esta por formar el primer sistema político democrático de lo que desde una perspectiva eurocéntrica se entendía como el Mundo.
Pasó inclusive hasta que los grandes pensadores griegos (Platón, Sócrates y Aristóteles) formulasen su crítica hacia los grandes sofistas (Protágoras, Gorgias e Hipias) por considerarlos “mercaderes” del saber, excesos de formalismos y monopolizadores del saber en pos de la acumulación del poder.
Es decir, ya en los albores de la comunicación social y política confrontaron las corrientes, imaginemos todo lo que sucedió en los aproximadamente 2300 años que trascurrieron desde aquellos tiempos.
Comunicación, marketing, publicidad, propaganda. El avance y el estudio de lo que en el primer párrafo definimos como una ciencia dio lugar a todas estas acepciones las cuales claramente tienen su orientación propia y significado intrínseco, pero casi todos podríamos estar de acuerdo en que lo que buscan es transmitir un contenido, una idea, un producto o un fin de una persona, institución o grupo social a otro.
En algún artículo anterior, sugerí el hecho de que buena parte de los problemas entre el agro y la política tenían que ver con la falta de entendimiento y los problemas para comunicar una y otra posición y/o problemática como con el entorno que a estos actores los rodea, es decir, a todos nosotros, inclusive en términos del marketing podrían reconocerse como ruidos.
A su vez esta relación no puede dejar de encuadrarse en una negociación que tiene implicancias en la vida pública al tratarse del destino de una actividad económica que genera bienes de consumo masivo, productos de exportación, necesidades de importación, genera empleo y, en su mayoría, está sujeta a la acción de la naturaleza. Por lo que en esta mesa también siempre está la mirada, o el bolsillo, del conjunto de la ciudadanía que se convierte en un sujeto más para ser persuadido y llegar a su percepción de los hechos.
Así es como vamos al punto que busco desarrollar, ¿alguno de los actores en pugna, o ambos a la vez, están logrando acaparar la opinión de este tan importante actor que es la sociedad?
El gobierno planteo que la medida del cierre de exportaciones de carne era para cuidar la mesa de los argentinos y en palabras del mismo “darle un tiempo (30 días) al sector para que ordene el mercado”.
El sector agropecuario, o mejor dicho, la cadena cárnica en este caso insiste en el planteo que consiste en demostrar que se debe buscar la integración del ganado para de esta forma poder abastecer mercados que no compiten como ser el interno y el externo.
El gobierno solo tiene una forma de demostrar la razón y es a través de la efectividad y alcance de la política pública aplicada aunque también tiene que saber comunicarla, cuestión que se ha criticado en retiradas oportunidades por la opinión publica inclusive afín al gobierno.
El sector privado a través de sus representantes también tiene la obligación para con un sector, sus representados, de conseguir los resultados esperados pero también puede optar por generar empatía en el conjunto de la sociedad como ya paso por ejemplo con la 125, en la que en el centro de la Ciudad de Buenos Aires y otras grandes ciudades de nuestro país se manifestaban miles de personas. Sin llegar a ese punto se podrían generar decenas de iniciativas para que el planteo de porque las exportaciones podrían ser beneficiosas para la población impacten en ese público objetivo.
Aunque a la vez, sería muy inocente de no pensar que también podríamos llegar a estar tácitamente sumidos en un escenario de conflicto en el que ni las soluciones ni las estrategias racionales son las que la superestructura les impone a los distintos bloques.
Pueden quedarse tranquilos, los escenarios de conflicto no necesariamente dependen de armas, bombas y guerras y generalmente culminan con el surgimiento de un líder, casualidad que este año además de cierre de exportaciones, cese de comercialización, pandemia y otras yerbas, hay elecciones.