La importancia del Pensamiento Estratégico
Por Víctor Hortel.
En estos tiempos de Pandemia por el COVID-19, he leído y escuchado muchísimas referencias a que “estamos en guerra contra un enemigo invisible”. Al menos muchos gobernantes de todo el mundo se han referido en estos términos o de manera muy similar.
Merkel, Macron, Trump y nuestro presidente lo han hecho.[1]
En este punto –visto el distinto tratamiento que el virus ha tenido en EEUU y la Argentina- me pregunto: ¿es bueno o malo que Alberto Fernández tenga el mismo discurso de Trump?
Y me respondo, puede ser que circunstancialmente tengan el mismo discurso, pero evidentemente piensan distinto, y ello claramente se advierte en el tratamiento de la Pandemia.
Ahora, la pregunta que se me ocurre es, ¿Fernández y Trump coinciden en los conceptos de “guerra” y “enemigo”?
Por el momento me quedo elucubrando posibles intentos de respuesta; pues en lo que ahora quería detenerme –si es posible la distinción- no era tanto en que está pensando un Presidente; sino, ¿Cómo lo está pensando?
Si bien, el concepto “guerra” nos lleva necesariamente a las ideas de “estrategia” y “táctica”, y el concepto “enemigo”, nos remite a las ideas de “lealtad” y traición”; quiero ahora detenerme en el concepto de “Pensamiento Estratégico”.
Hoy es tiempo de crisis por pandemias, antes y después de la pandemia, fue y será por la situación económica; por ello es crucial y resulta imperioso que nuestro gobierno pueda “pensar estratégicamente” o desarrollar “Pensamiento Estratégico.
Digo esto, porque como bien lo señala Feinmann [El bueno], “la palabra “estrategia”, se ha transformado en una palabra peronista”; para Perón “estrategia es un modo de la conducción”.[2]
Dice Perón: “Conducción Estratégica: Es la que refiere a la conducción del total de las fuerzas puestas en juego. […] Lo estratégico se realiza a través de lo táctico. Lo táctico es la instrumentación de lo estratégico”.[3]
El General Perón, afirmaba: “La incapacidad y la traición han sido siempre las causas de las derrotas”.[4]
“En la guerra no se aseguran los éxitos con una propaganda costosa, […]. Son necesarios aciertos que sólo se acumulan a base de sabiduría y de prudencia.”[5]
En el pensamiento de Perón,[6] se destacan la influencia –entre otros- del general chino Sun Tzu, Nicolás Maquiavelo y el pensador prusiano Carl von Clausewitz.
Sun Tzu, en su obra el “Arte de la Guerra”, escrita en el siglo VI, establece lecciones para vencer al enemigo y resolver conflictos en contextos cuyo escenario es cambiante; y con ello sienta las bases teóricas del pensamiento estratégico que predominara hasta la Edad Moderna.
La clave del pensamiento de Maquiavelo radica en la inseparable unión que existe entre la idea política y la necesaria fuerza militar.[7]
Clausewitz, si bien mantiene una cierta continuidad con los planteamientos de Maquiavelo, genera un avance mayor. Según Clausewitz, “La guerra de una comunidad se origina por una situación política y estalla por un motivo político. Es, pues, un acto político”[8]
A partir de esta precisión Clausewitz distingue en la guerra un medio por el cual los gobiernos y Estados pueden conseguir sus objetivos, pero básicamente un instrumento que queda supeditado a la política.[9]
Algo del pensamiento clausewitziano se advierte en Perón, que afirmaba: “Muchas guerras se han perdido a causa de errores acumulados en la etapa de acción de la política”.[10]
El político y el estratego se sirven y complementan mutuamente. El primero prepara políticamente la guerra; el segundo la realiza y, terminada ésta, vuelve el político para sacar las ventajas de la paz que sobreviene, pues es menester también saber “ganar la paz”. Por eso es que las guerras modernas de coalición requieren tanto hábiles políticos como capacitados y afortunados estrategos.[11]
Desde que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, es lógico que a una política clara y definida siga una guerra de similares características, y que a una política incierta o incoherente ha de sucederle una guerra confusa y aun indecisa.[12]
Sin perjuicio de lo dicho, en aras de ser más precisos, debe señalarse que, en la actualidad, Pensamiento Estratégico no es lo mismo que Estrategia; incluso Pensamiento Estratégico no es lo mismo que Planificación Estratégica.
Salteando grandes pensadores como el general André Beaufre, John Collins o Liddell Hart, que han formulados grandes aportes a la evolución del Pensamiento Estratégico, me detengo en la perspectiva planteada por Delamer que refuerza la idea de que el pensamiento estratégico es fundamentalmente pragmático y que se encuentra ligado a la toma de decisiones en contextos de alta incertidumbre; por tanto para sortear las dificultades que ello implica, es necesario formular un sistema de pensamiento estratégico, basado en el razonamiento dialéctico, que permita llevar a la práctica los saberes formulados en teoría.[13]
En definitiva, en la actualidad, se concibe el “Pensamiento Estratégico” sobre la base de un método de razonamiento que proporcione mayor certidumbre en el proceso de toma de decisiones y permita estructurar coherentemente los procedimientos a seguir para conseguir los objetivos y fines.[14]
Refiriéndose a lo pragmático, Perón solía relatar la siguiente anécdota: “Preguntado en cierta ocasión Napoleón sobre cómo había vencido a los austríacos, reputados en su época como los mejores militares, se limitó a decir: “Los generales austríacos saben demasiadas cosas”. Lucubraciones complicadas llevan siempre a conclusiones confusas. Lo que se necesita apreciar y resolver es lo fundamental del conjunto.”[15]
En este punto, corresponde señalar los elementos constitutivos del pensamiento estratégico.
El “pensamiento crítico”, encargado de proporcionar un orden lógico racional al diseño del pensamiento estratégico y a la aplicación de sus objetivos en los distintos niveles de ejecución y conducción. El objetivo del pensamiento estratégico es la solución de problemas, y lo que gatilla su aplicación es la necesidad de desarrollar alternativas para conseguir los objetivos nacionales ante las amenazas y riesgos del entorno, de allí, que el pensamiento crítico sea esencial.[16]
El político y el estratego se sirven y complementan mutuamente. […]. Por eso es que las guerras modernas de coalición requieren tanto hábiles políticos como capacitados y afortunados estrategos.[17]
El “pensamiento creativo”, que permite mantener una visión ampliada de la situación en su contexto, identificar oportunidades en las amenazas existentes y generar soluciones innovadoras a fin de resolver los problemas. Permite dar flexibilidad a la estructura diseñada por el pensamiento crítico. Reformula ideas o busca soluciones viables y creativas a los problemas reales.
La “cultura estratégica”, delimita el marco de referencia, influye significativamente sobre las decisiones estratégicas y las conductas. Intenta determinar cuáles son las variables culturales que inciden en la toma de decisiones estratégicas.
Finalmente, el “líder o liderazgo estratégico”, que logra dar forma al pensamiento estratégico, constituyéndose en su expresión política en la medida que exista una voluntad que lo plasme en un producto coherente, comunicable socialmente como un concepto político.
El “Líder Estratégico”, debe tener las capacidades de pensamiento crítico y creativo para conocer sus virtudes, debilidades y defectos, además de comprender los principales elementos de conexión con la cultura estratégica. Debe tener convicción para posicionar el tema en la agenda política, y un conocimiento que le permita contrastar sus visiones con las de otros líderes del ámbito político y académico; debe tener también capacidad de negociación para situar los aspectos fundamentales de su perspectiva y ceder ante las restricciones presupuestarias, intereses organizacionales contrapuestos u otras culturas institucionales.
Afirmaba Perón que: “Así como una “Piedad” de Miguel Ángel no puede ser creada por un organismo técnico-escultórico, tampoco en la conducción política o militar puede surgir una obra de arte prescindiendo del artista. Con buenos técnicos y artesanos, sólo puede ejecutarse un buen trabajo. Para crear es menester un artista, y la conducción impone una permanente e ininterrumpida creación. Por eso, para conducir se requiere ante todo un conductor; él es la parte vital del arte, la técnica es su parte inerte.
Las habilidades esenciales del “Líder Estratégico” son seis: anticipación, desafío, interpretación, decisión, alineamiento y aprendizaje.
Feinmann [El Bueno], explicando a Perón, sostiene: “La conducción estratégica quiere totalizar desde un esquema de poder. El que totaliza es el conductor estratégico. Perón asume la jerarquía estratégica del conductor”.[18]
De otra banda, Perón sostenía que: “El conductor debe ser profundamente humanista y trabajar siempre para los demás, jamás para él”[19]
Corresponde ahora, distinguir Pensamiento Estratégico de Planificación Estratégica.
En tanto Pensamiento Estratégico, es la generación de opciones con una mirada puesta en el futuro, no limitándose a plazos y que opera en el mundo de las ideas, la Planificación Estratégica es la manera a través de la que se diseña la implementación de las ideas transformadas en objetivos.
La gráfica[20], muestra que la formulación del “Pensamiento Estratégico” se encuentra en un nivel superior, aquí se definen los fines que se buscan conseguir en el largo plazo. Luego, el diseño de “estrategias” específicas para la obtención de los objetivos que permitan alcanzar los fines. Para ello se debe implementar una “Planificación Estratégica”, que reduzca la incertidumbre del escenario y permita moldear el contexto, en beneficio de conseguir objetivos específicos coherentes a los fines superiores.
Por último, como en toda guerra, “Esperamos también que cierta prensa mercenaria, cuando no chantajista, dedique su prédica a una mejor comprensión entre nosotros y nuestros pueblos, en lugar de ocuparse en intrigar, despertar odios y separar a nuestros países.”[21]
[1] https://www.infobae.com/cultura/2020/04/15/un-nuevo-tipo-de-guerra-ante-un-enemigo-invisible/ [2] FEINMANN, José Pablo. “Peronismo –filosofía política de una persistencia argentina-“. Ed. Planeta. Bs. As. 2010, pág.108 [3] Perón, Juan Domingo. “Apuntes de Historia Militar”. Círculo Militar, Biblioteca del Oficial, Bs. As. 1951.pag. 135. [4] “Política y Estrategia”, columna de opinión publicada semanalmente en el diario “Democracia” de Buenos Aires, firmados por Juan Domingo Perón, con el seudónimo “Descartes”. Enero 24 de 1951. [5] Ibídem. [6] Perón, Juan Domingo. “Conducción Política: Táctica y Estrategia”. En https://www.youtube.com/watch?v=PYFVeXEvxQY. [7] VILLALBA, Aníbal (2004). “La evolución del pensamiento estratégico”. En CESEDEN, Fundamentos de la Estratégica para el siglo XXI, N° 67, Madrid: Imprenta del Ministerio de Defensa. [8] CLAUSEWITZ, Karl (1992) “De la Guerra”. Barcelona. Editorial Labor. Libro Primero, cap.1, pág. 23. [9] GALLARDO, Marjorie y FUNES, Cristian. “Que es el pensamiento estratégico”. En “Escenarios Actuales” publicación del Centro de Estudios e Investigaciones Militares del Ejército de Chile. Año 19, N° 3, diciembre 2014. [10] Política y Estrategia”, columna de opinión publicada semanalmente en el diario “Democracia” de Buenos Aires, firmados por Juan Domingo Perón, con el seudónimo “Descartes”. Febrero 1° de 1951. [11] Ibidem. [12] Política y Estrategia”, columna de opinión publicada semanalmente en el diario “Democracia” de Buenos Aires, firmados por Juan Domingo Perón, con el seudónimo “Descartes”. Marzo 1° de 1951 [13] DELAMER, Guillermo (2005) “Estrategia para la Política, la empresa y la seguridad”. Bs. As., Instituto de Publicaciones Navales. [14] GALLARDO, Marjorie y FUNES, Cristian. “Que es el pensamiento estratégico”. En “Escenarios Actuales” publicación del Centro de Estudios e Investigaciones Militares del Ejército de Chile. Año 19, N° 3, diciembre 2014. [15] Política y Estrategia”, columna de opinión publicada semanalmente en el diario “Democracia” de Buenos Aires, firmados por Juan Domingo Perón, con el seudónimo “Descartes”. Febrero 8 de 1951 [16] ALLEN, Charles & GERRAS, Stephen. “Developing Creative and Critical Thinkers”. En Military Review (2009). Vol LXXXIX noviembre-diciembre, N° 6 Fort Leavenworth, Kansas: U.S. Army Combined Arms Center. P. 78 [17] Política y Estrategia”, columna de opinión publicada semanalmente en el diario “Democracia” de Buenos Aires, firmados por Juan Domingo Perón, con el seudónimo “Descartes”. Febrero 1° de 1951. [18] FEINMANN, José Pablo. “Peronismo –filosofía política de una persistencia argentina-“. Ed. Planeta. Bs. As. 2010, pág.109. [19] Perón, Juan Domingo. “Que es un Líder” en https://www.youtube.com/watch?v=Fz4Ufy_sCYI [20] GALLARDO, Marjorie y FUNES, Cristian. Obra citada. [21] Política y Estrategia”, columna de opinión publicada semanalmente en el diario “Democracia” de Buenos Aires, firmados por Juan Domingo Perón, con el seudónimo “Descartes”. Julio, 17 de 1952.