La herida de Perú que cerró CFK

Por Ezequiel Roman Donda – Licenciado en Ciencia Política y de Gobierno.

El pasado domingo 14 de febrero conocimos la noticia del fallecimiento de quien fue dos veces presidente de la República Argentina, Carlos Saúl Menem. Si hablamos de un país de América de Sur que no tendrá los mejores recuerdos de este expresidente argentino, seguro ese país sea Perú.

La década del 90’ encontraría a los peruanos frente a un conflicto armado que enfrentó a su país con su vecino Ecuador, el motivo: antiguos reclamos territoriales y limítrofes entre ambas naciones. Para ser más exactos corría el año 1995, y estos dos países comenzaban una guerra no declarada en la Cuenca del Rio Cenepa.

Nueve meses después de haber terminado la Guerra del Cenepa, en la República Argentina se producía la explosión de la Fábrica Militar de Armamentos de la ciudad de Rio Tercero, en la provincia de Córdoba, lo que dejaba varias víctimas y parte de la ciudad destruida.

Con esta noticia tanto argentinos como peruanos nos enterábamos que el gobierno de Menem le había vendido armas al Ecuador –Caso de venta de armas a Ecuador, Croacia y Bosnia-, claro estaba, en forma ilegal. De esta manera la Argentina olvidaba que era garante del Protocolo de Paz de 1942 entre Perú y Ecuador, olvidaba a sus propios ciudadanos de Rio Tercero, y también olvidaba algo que los peruanos habían hecho durante la Guerra de Malvinas.

La Argentina de Menem había enviado a Ecuador, 75 toneladas de armas y municiones, las cuales estaban valuadas en más de 30 millones de dólares, esto se traducía en 8000 fusiles, 36 cañones, 10 mil pistolas, 350 morteros, 50 ametralladores, 58 millones de balas, 45 proyectiles de cañón, 9 mil granadas y 200 toneladas de explosivos.

En una actitud y accionar totalmente diferente al del gobierno menemista, Perú nos prestaría la mayor ayuda durante la Guerra de Malvinas. El presidente Fernando Belaunde Terry durante aquella contienda había decidido brindar apoyo a la Argentina, enviando: 10 aviones Mirage V, dotados de misiles Nords AS 30, los cuales llegaron a la Base Aérea de Tandil, también se enviaron tanques auxiliares de combustible para los aviones, misiles y 34 pilotos ayudantes, integrantes de las Fuerza Aérea de Perú.

Habría que esperar hasta el año 2010 para que un mandatario argentino cierre esa herida que había quedado abierta desde 1995, esa mandataria fue la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner quien llegó al Perú en el mes de marzo de 2010 para la firma de un Tratado de Asociación Estratégica, y en sus propias palabras decía: “venir aquí a superar enojosos y viejos episodios, que hirieron profundamente a los peruanos que con un gesto único en toda la América del Sur cuando sucedió lo de Malvinas pusieron a nuestra disposición aviones, pilotos y misiles para combatir junto a nuestros hombres por la dignísima tarea de rechazar el último enclave colonial que tenemos en nuestro continente y que aún hoy nos avergüenza, no ya como argentinos o latinoamericanos sino como hombres y mujeres de un mundo contemporáneo moderno donde deben finalizar los enclaves colonialessiento que estoy cumpliendo un mandato de todo el pueblo argentino y también reafirmar una vez más la importancia que para nosotros tiene consolidar la unidad de la región”.

La Presidenta argentina cumplía un mandato de desagravio del pueblo argentino al peruano, y de esta manera era condecorada por el expresidente peruano Alan Gracia con el Sol del Perú en el mismo salón donde el General San Martin con la misma orden había condecorado a heroínas de las guerras por la independencia, esas mujeres eran las valiente, Rosa Campusano y Manuela Sáenz. En aquel mismo lugar la presidenta argentina recordó al General San Martin como dos pueblos que reconocen a un mismo libertador y la necesidad de profundizar los lazos de unidad e integración de la América del Sur.

En el año 2012 la hermana República del Perú en otro gran gesto hacia la República Argentina, se negaba a dejar acceder un buque de guerra inglés – la fragata HMS Montrose, de la Armada Real británica- al Puerto del Callao que provenía de Malvinas. Una vez más el Perú demostraba apoyo a la Argentina por Malvinas, y por solidaridad latinoamericana, apoyando a la Unasur y el reclamo de Argentina por la soberanía de Malvinas.

La expresidenta Cristina Kirchner agradecería este gesto del Perú, y llamaba a los países de la región a continuar luchando por una “América del Sur desmilitarizada”, frase que resonó varias veces durante sus mandatos. Hoy en día el Reino Unido sigue sin respetar las resoluciones de la ONU, este último 12 de febrero 2021, la cancillería argentina emitía un comunicado por la preocupación de un submarino nuclear de los Estados Unidos con apoyo del Reino Unido operando en el Atlántico Sur, acción que contradice la Resolución 41/11 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, esta resolución exhorta a los estados de todas las regiones, a que respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación.

Tampoco era la primera vez que la expresidenta realizaba una reparación histórica a pueblos hermanos, también lo había hecho en la República del Paraguay en el año 2014 cuando viajo al país vecino a restituirle los muebles que habían pertenecido al Mariscal Francisco Solano López, recordando lo sucedió en la injusta Guerra de la Triple Alianza. También el General Juan Domingo Perón había hecho algo similar en 1954 restituyendo los Trofeos Guerra a ese mismo pueblo.

Dicen por ahí que “un pueblo sin memoria, es un pueblo sin futuro”.