Hoy es mañana y el mundo acaba de ser creado*

Por Liliana Etlis.

El poeta desconocía que estaba refiriendo a una anticipación del futuro o tal vez sí sabía en sus diálogos internos y lo decía con sus ondulantes formas cuando afirmaba en su escritura desarmar lo estructurado y dar posibilidad a saberes que esperaban ser descubiertos en el pliegue de cada fragmento viviente. 

¿Cómo sería la nueva normalidad y dónde nos apapacharemos desde el afecto? ¿Qué cambiaríamos? Las calles y avenidas ¿dejarían algunas de ser nombradas con identificaciones relacionadas a la crueldad? ¿Las nuevas viviendas conservarían secretos y huellas de carnaval, juegos artísticos, disfraces, luces caleidoscópicas y cantos que nutren la piel? ¿Cómo serían las formas de acercarnos y mirar la vida desde diferentes lugares oblicuos entre la luz y el aire?

Me interrogo siguiendo con el pasaje desde la ensoñación hasta el caminar mis primeros pasos matinales en imágenes transculturales. 

Y si nos amuchamos hoy que es mañana, ¿escucharíamos otra mixtura musical como recuerdo, pasó una vez, al percibir la cantata Carmina Burana con percusión africana, donde niños invitados por el director de orquesta André Rieu fundieron la melodía con tamboriles de su aldea?  Apasionante estar estando. 

¿Cómo se reconstruirá la historia no oficial, la de los vulnerados con lágrimas coaguladas? ¿Cómo salimos de la injusticia con las cuerdas vocales que no se cansan de gritar aún en silencio libertad, equidad, solidaridad? 

Me siento como en ese desenlace final del libro Ensayo sobre la Ceguera de Saramago, obligando a detenernos para cerrar los ojos y observar realmente cada mundo imaginario desde el apego, viviendo momentos para invocar lo que sorprende en lo más humano. ¿Qué asombra tanto en estos instantes?

Por otro lado, guarda similitud lo anterior, los múltiples saberes, a la escucha de conversatorios que durante estos últimos años me enriquecieron, mujeres latinoamericanas, campesinas e indígenas urbanizadas por obligación, a ser lo que no sienten que son, bellas que siguen proponiendo a través del tiempo la importancia de lo territorial en humanos y no humanos, la ecología y la denuncia constante al sistema capitalista que ha destruido hasta la memoria de sus ancestros mercantilizando sus lugares simbólicos. Claridad que tienen estos sentipensares, una forma sencilla de plantear el trabajo colectivo, lo comunitario, lo común y el nosotros como instancia elemental para comenzar a resolver situaciones cotidianas, otras respuestas que abren puertas y conectan caminos, desarman laberintos y se acercan a una gramática del entendimiento mutuo. Una gramática que no es precisamente la de la real academia española sino una escritura y oralidad diferente, donde se derriten las emociones y los afectos para comprendernos desde la amorocidad del lenguaje verbal y no verbal, respetando otras culturas y no desde el racismo, la xenofobia ni el individualismo. 

Hablar de territorio es expresar además sobre  nuestros cuerpos políticos y el efecto que sobre ellos ejerce  la minería descontrolada por las corporaciones, las contaminaciones del aire, el agua, los alimentos, alambrando territorialidades bajo clasificaciones insanas envueltas en el manto de enfermedades creadas también, para la destrucción de los vulnerados y esta idea me lleva a las de la salud, y a la sanidad y su relación con las políticas públicas y a la necesidad de las soluciones concretas como las vacunas asociadas siempre a la Vida.  

Observar, escuchar, comprender, dar sentido en estos territorios potentes en estos momentos difíciles. 

Y hablar de la Vida es también decir que hoy es mañana.  

Me inquietan felizmente las imágenes de cinco nacimientos de amigas que han sido madres y abuelas. Han compartido una de las vivencias más esenciales y genuinas a través de imágenes, los primeros pasitos, unx recién nacidx, el primer diálogo con forma de gemido alegre, el primer baile agitadórico y sonriente, la espera del contacto con la piel de la madre, el amamantamiento. Sucesos que me llevan de la mano a mi historia inevitablemente muy feliz de mi maternaje.

Hoy es mañana y el mundo seguramente tenga otras formas, pero ¿cómo sería un mundo distinto cuando ya es mañana?

* -Decires de Alberto Szpunberg-