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Por Sebastián Ruiz.

Empecé a usar Twitter. Creo que lo voy a abandonar; no lo entiendo y tengo 8 seguidores (esta es una invitación a que me sigas, quiero llegar a las dos cifras, al menos, para irme por la puerta grande). Otro motivo que me hace pensar en rajar de la red social del pajarito celeste, es el nivel de intensidad que maneja. Es a todo o nada. Es martes a la mañana y #BuenMartes es tendencia.

Pará, máquina de picar carne, es martes. El peor día de la semana. Esto lo puedo debatir con los odiadores de los lunes, ahí llegás con energía y alguna anécdota para contar del finde. Tal vez, el problema es el domingo y la angustia con la que se lo transita sabiendo que al otro día arranca la semana. Lo dejo ahí, para pensar. No es el objetivo de éste vacío texto adentrarnos en cuál es el peor día de la semana. Además, entendimos que es el martes.

Es un mundo aparte Twitter, peligroso para los usuarios que santifican lo que se esté hablando en el momento. Si es tendencia un reclamo de la oposición, pensarán que Alberto le está cargando nafta al helicóptero, y si es oficialista, creerán que el Presidente está cargando un AK-47 y yendo, en cuero, a buscar directamente a toda persona que tenga título de periodista.

Que esto suceda, no es ingenuidad del veedor compulsivo de tuiter. La desinformación está en la rapidez con la que funciona, porque constantemente se renuevan las publicaciones, en los acotados caracteres y lo difícil que es entrar a un link, por las publicidades que aparecen y me trancan todo el teléfono. Eso no es todo, claro, son sólo algunos ingredientes que utilizarán los chefs de distintos medios de comunicación para prepararnos un buen plato de manipulación con fritas.

Ayer me encontré con uno de estos platos, a punto. Hoy no está, lo borraron. La Nación publicó que el FMI usó como ejemplo de lo que no hay que hacer a la Argentina, adjunta una foto del Ministro Martín “te negocio hasta la deuda que tenés con efectivo sí” Guzmán. ¡Qué sorpresa puede llevarse uno al entrar a la nota y ver que habla de la gestión anterior y no de ésta! Hoy me desayuno en una lectura rápida que, detrás del proyecto de reforma judicial, el kirchnerismo va contra los medios de comunicación, la libertad de prensa y de expresión. Luego leí que le pide a los jueces y juezas que comuniquen, de forma inmediata, al Consejo de la Magistratura de la Nación cualquier intento de influencia en sus decisiones por parte de distintos poderes entre los cuáles está el mediático.

Tal vez, el título correcto sería: “no quieren que operemos y presionemos jueces en paz”. Ejemplos hay un montón, sólo tienen que entrar a Twitter para encontrarlos.
Ah, mi cuenta es @MediaFalange. Seguime. Fin del espacio publicitario.