Elecciones en Ecuador 2021

Por Diego Gutiérrez.

Se realizaron las elecciones presidenciales en Ecuador y el resultado fue casi el que se esperaba. El escenario que se proyecta hacia el futuro es el del ballotage, la discusión estará dada por el segundo en la disputa. Quien tenía más chances de llegar a la segunda vuelta, Guillermo Lasso, esta cabeza a cabeza con Yaku Pérez, el dirigente indigenista. Todo promete que será un final disputado, y sobre todo que la justicia podría ser quien tenga la ultima palabra sobre quien competirá contra el indiscutible ganador, Andrés Arauz.

Si bien todavía no está claro quién será el próximo presidente de la Republica Plurinacional del Ecuador, se va perfilando una Asamblea Nacional mayoritariamente progresista, tanto UNEN, el partido de Arauz como Pachakutik, por el cual se presenta Yaku Pérez se quedarían con la mayoría de los 137 escaños en juego que también se disputaban en esta elección. A estos dos partidos se les sumaria la sorpresa de la jornada, el partido Izquierda Democrática quien logro un nada despreciable cuarto puesto en la candidatura a presidente, pero tercero en la de legisladores y podría ser importante a la hora de la definición del ballotage.

En cambio, CREO, el partido del banquero neoliberal Guillermo Lasso, perdería bancas y vería reducido su espacio dentro de la Asamblea. Lo único seguro es que Lenin Moreno se va, y su cuestionadisimo gobierno dejara una estela de malas decisiones, corrupción y entreguismo para el pueblo ecuatoriano.

Pero vamos a lo importante, quienes son estos tres candidatos principales. Andrés Arauz es el candidato del correísmo, el cual se presenta no por Alianza País, otrora partido político del ex presidente, sino por Unión por la Esperanza. Partido prestado para esta candidatura y la del correísmo en gral. La cooptación del partido por parte de Lenin Moreno, fue para poder dejarlo fuera de la contienda política primero, proscribirlo judicialmente después y evitar que cualquier atisbo de correísmo tuviera chances de llegar al gobierno de Ecuador.

Arauz tiene 36 años (32,05% de los votos), de llegar a la presidencia sería el político más joven en acceder al ejecutivo. Fue Ministro Coordinador de Conocimiento y Talento Humano durante el último periodo del gobierno de Correa y apuesta abiertamente por una vuelta a los años de crecimiento que se vivieron en los diez años de correísmo. Una de sus propuestas más importantes de campaña pasa por la promesa de otorgar un subsidio de mil dólares a un millón de familias, como manera de reactivar la actividad económica. Al igual que Correa, Arauz es Licenciado en Economía con una amplia formación académica y su programa de gobierno apuesta fuertemente a la gestión económica como motor del cambio.

El candidato que le sigue, Guillermo Lasso (19,50% de los votos), es un viejo conocido, tanto de anteriores candidaturas como del poder económico neoliberal. Lasso participo y perdió en las últimas dos elecciones, contra Correa en primera vuelta en el 2013 y contra Moreno en ballotage en el 2017. Hombre de negocios, banquero y empresario, ha estado ligado a la política ecuatoriana desde fines del siglo pasado en los gobiernos de Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez. Un clásico neoliberal que promete menos Estado, más endeudamiento, menos impuestos a los ricos y más apertura comercial hacia EEUU y la Unión Europea. Desde siempre ha sido un opositor a las principales políticas de los gobiernos de Rafael Correa y esta vez no es la excepción. En pocas palabras, su gobierno, de ganar, sería una continuación del gobierno de Moreno.

Yaku Pérez (20,11% de los votos), el tercer candidato a la presidencia es hoy, un referente indígena que se presenta por el partido conocido como Pachakutik, el cual es el brazo político de los movimientos indigenistas. Ex dirigente de la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y ex prefecto de la provincia de Azuay, presenta un discurso más ligado a las reivindicaciones que las asociaciones indígenas elaboraron luego de la rebelión de octubre del 2019. Los principales lineamientos de sus propuestas responden a conceptos ancestrales como la Minka, un término andino para describir las relaciones de reciprocidad, compromiso y complementariedad entre los seres humanos y el medio ambiente, y está basado en los cuatro elementos de la Chacana Cosmica: Samay, Allpa, Nina, y Yaku, que se refieren a la ecología, la economía, la educación y la ética respectivamente. Por eso, una de sus propuestas más radicales consiste en directamente, prohibir la minería metalífera a cielo abierto y cerca de zonas sensibles si la ciudadanía se pronuncia en contra en una eventual consulta popular sobre el tema

Pero Yaku, es acusado de ser un impostor, de apoyar a Lasso en un eventual ballotage, en el 2016 dijo que prefería a un banquero antes que a un “dictador” como a Correa y hasta de haber apoyado el golpe a Evo en el 2019. Un dato anecdótico, pero no menos importante, es que no fue invitado a la asunción de Luis Arce, presidente de Bolivia, pero si fueron invitados Leónidas Iza y Jaime Vargas, importantes dirigentes de los movimientos indigenistas de Ecuador y de claras diferencias políticas con Pérez.  Durante el gobierno de Correa fue un opositor a su política ambiental y minera. En recientes reportajes se ha mostrado abierto a la posibilidad de cerrar un acuerdo de “libre comercio” con los EEUU y también a reducir el Estado bajo el concepto de “austeridad”, tan afín a las derechas neoliberales del continente.

En una entrevista otorgada al sitio digital El Universo dijo: “vamos a eliminar las instituciones estériles, como el Consejo de Participación, la Judicatura, el Tribunal Contencioso Electoral, varias subsecretarias, así como bajar el número de asambleístas a la mitad”. También se sospecha de sus vínculos con ONG’s vinculadas a EEUU y a organismos financiados por la CIA como la NED. El candidato de 51 años es abogado con varias especializaciones en derecho ambiental, derecho penal y justicia indígena.

El inesperado convidado a la definición de estas elecciones es el histórico partido Izquierda Democrática, quien representa a la socialdemocracia ecuatoriana y al que perteneció el ex presidente Rodrigo Borja en el periodo 88-92 del siglo pasado. Esta vez su candidato, Xavier Hervas, logro un poco más de 15% y podría ser importante para definir la segunda vuelta.

¿Como afectaría una victoria de Arauz a la región? Seria de un impacto importante y un espaldarazo a los gobiernos progresistas de la región. EEUU aposto fuerte a la destrucción de los organismos regionales latinoamericanos y Ecuador es un miembro importante de varios de estos. Entre los objetivos de estos gobiernos, figura la reactivación de la UNASUR, la cual fue desmantelada ni bien empezaron a caer los gobiernos de Brasil, Argentina y Chile. La organización sudamericana tomaba decisiones por fuera de la órbita del gobierno y de las necesidades de los estadounidenses y era un obstáculo importante para sus objetivos. También sumaría a la paralización del Grupo de Lima y Pro Sur, organizaciones que articulan alrededor de un único propósito, derrocar al chavismo en Venezuela.

Ecuador también pertenece a otras organizaciones, el ALBA-TCP, en conjunto con Bolivia y Venezuela y con esta última a Petrocaribe. Ambas organizaciones destinadas a la integración de los pueblos de America Latina y el Caribe en mayores condiciones de igualdad que las que propone otras organizaciones como la OEA o los tratados de libre comercio continentales como el ALCA.

En lo que tiene que ver con las relaciones bilaterales con nuestro país Ecuador es un país importante para las exportaciones argentinas de productos industriales, ya que la economía ecuatoriana es altamente dependiente de las exportaciones de materias primas como hidrocarburos y minerales. Un crecimiento de la economía ecuatoriana a partir del crecimiento de su mercado interno redundaría en mayores exportaciones hacia Ecuador y una fuente de dólares necesarios para sostener el desarrollo nacional.

Durante el gobierno de Correa y de Cristina Kirchner se firmaron varios convenios de cooperación en múltiples áreas como en temas de defensa, derechos humanos, intereses antárticos y fortalecimiento del Sistema Interamericano de DDHH’s. Un punto muy importante fue la intención de crear un Centro de Mediación y Resolución de Controversias entre Estados e intereses transnacionales dentro de la UNASUR, mecanismo alternativo a los tribunales de arbitraje dentro de los organismos multilaterales creados por las potencias y a medida de los intereses de las corporaciones.

El gobierno de Lenin Moreno ha sido más que un gobierno corrupto, también ha sido inepto, lo cual lo ha demostrado con su gestión de la pandemia del COVID.19, en donde se han visto las más aterradoras imágenes de personas cayendo en las calles, sin poder recibir ninguna clase de atención médica, falta de insumos médicos y un grave colapso sanitario. También tuvo una pésima gestión económica, con el aumento del endeudamiento externo con el FMI, a cambio de concesiones geopolíticas como la entrega del periodista Julián Assange a las autoridades inglesas, a pesar de encontrarse refugiado en su embajada en Londres, recortes presupuestarios, flexibilización laboral y liquidación de empresas públicas.

Todo esto trajo aparejado el crecimiento de la desigualdad en 1,4 puntos y la pobreza en 4 puntos porcentuales entre el 2017 y el 2019, y una caída del PBI per cápita de más de 2%.

La feroz persecución al correísmo y a su principal líder también fueron marcas de este gobierno. Primero la destitución y el encarcelamiento de Jorge Glas, el vicepresidente de Moreno, hombre leal a Correa, con acusaciones de corrupción, para luego avanzar judicialmente en contra del mismo ex presidente, en la estrategia imperialista conocida como lawfare, utilizada en todo el continente para perseguir a políticos que no sirvieran a los intereses políticos, económicos y empresariales de EEUU. El mismo Correa carga con un juicio y sentencia en ausencia, que lo condena a 8 años de cárcel e inhabilitación política para ejercer cargos públicos. Sentencia ratificada en el tiempo récord de 17 días por un tribunal de casación.

El ballotage será el 11 de abril y solo resta saber quien será el segundo integrante de la contienda, no es menor ya que los escenarios que se presentan pueden variar. De ser Lasso, el correísmo puede apelar al clivaje pueblo- oligarquía, la disputa es mas obvia y los sectores de izquierda se decantarían en su mayoría por la candidatura de Arauz. De llegar Pérez, el escenario es mas complejo, ya que los votantes de Lasso son abiertamente anti correístas y lo más probable es que casi el 100% de sus electores se decida por el candidato indigenista. Aunque no todo es tan simple como se podría suponer, dentro del conjunto de los movimientos indigenistas no todos apoyan a Yaku Pérez, algunos dirigentes importantes de la CONAIE tienen diferencias con su candidato y han apoyado a Correa en el pasado y lo siguen apoyando. Y resta saber cuál será la posición de Hervas y la Izquierda Democrática de cara a esta segunda vuelta.