El multilateralismo como herramienta del imperialismo
La OEA, la Unión Europea y la ONU, tres martillos para el mismo clavo.
Por Diego Gutiérrez- Analista de política internacional.
La OEA, organización de que se presupone que brega por los intereses de todos los países de América Latina y el Caribe, vuelve a la carga en la defensa de los intereses imperialistas. Luego de la detención de la ex presidenta de facto Jeanine Añez y varios ex funcionarios del gobierno golpista que depuso al MAS luego de las elecciones del 2019, esta organización, vicaria de los intereses norteamericanos en nuestra región, emitió muy presurosa y diligentemente un comunicado expresando “…su preocupación ante el abuso de mecanismo judiciales que nuevamente se han transformado en instrumentos represivos del partido de gobierno”.
Es decir, la OEA asevera, sin dejar a dudas, sin dejar lugar a dudas, que las acusaciones en contra de aquellos que cometieron un golpe de Estado, que persiguieron militantes políticos del MAS, o pertenecientes a militantes políticos, sindicales o indigenistas. Recordemos las masacres de Senkata y Sacaba a manos del ejército y que dejaron al menos 36 muertos durante aquellos días. Según la OEA, estos serían unos pobres perseguidos del nuevo gobierno del MAS y de su presidente, Luis Arce.
A la OEA se le pasa por alto su vergonzosa actuación ante los hechos que acaecieron durante las elecciones presidenciales de Octubre del 2019, primero mostrándose como conciliadoras entre la oposición y el oficialismo para luego adelantar un informe completamente parcial y falso sobre el conteo de los votos, y que fue el disparador para que se precipitaran los hechos que desembocaron en el golpe de estado. Las fuerzas policiales, las más altas autoridades de las FFAAs y los comités cívicos de Sta Cruz y Potosi con Luis Fernando Camacho a la cabeza fueron las caras visibles de uno de los acontecimientos políticos más vergonzosos de lo que va del siglo en nuestra región.
Lamentablemente, la declaración de la OEA no solo muestra “preocupación” por las detenciones de los golpistas, sino que ahora, se muestra desconfiado del poder judicial boliviano, aunque solo demuestra su preocupación cuando los acusados son opositores al gobierno del MAS, tanto ahora como en el pasado, cuando también oponía quejas por acusaciones contra los ex presidentes Carlos Mesa y Jorge “Tuto” Quiroga. Pero luego ante los hechos del golpe y la persecución a los partidarios y partidarias del MÁS no interpuso las mismas objeciones.
Así la OEA pide que se retire del ámbito del poder judicial boliviano las causas abiertas en contra de los golpistas por no poder garantizar “…las mínimas garantías del juicio justo, de imparcialidad y de debido proceso, debido a problemas de estructura y en particular de integración”. Garantías de un debido proceso son las que este organismo no les brindo ni a Evo Morales ni al pueblo boliviano siendo cómplices de este ilegitimo e ilegal derrocamiento a un gobierno constitucional.
¿Pero cuáles son las propuestas de la OEA para la justicia de Bolivia?
La primera es conformar una comisión internacional bajo el paraguas de la ONU y/o OEA para la “…investigación de casos de corrupción desde el ultimo periodo del ex presidente Evo Morales hasta la actualidad, incluyendo obviamente el periodo del gobierno de transición”. Nótese aquí dos cuestiones importantes, tratar de incluir en la investigación al último gobierno de Evo, cuando en realidad los investigados y acusados son los actores del golpe de Estado y por delitos referidos a este y no a actos de corrupción durante su gobierno. La otra cuestión está referida a la caracterización como “gobierno de transición” a lo que fue un claro gobierno de facto.
La segunda propuesta es “Remitir las denuncias sobre eventuales crímenes de lesa humanidad a la Corte Penal Internacional para que el juzgamiento sea imparcial y atienda variables objetivas de responsabilidad”. ¿Por qué la OEA esta tan interesada de sacar de la jurisdicción boliviana el juzgamiento de estos posibles delitos? La única justificación que da la OEA es la supuesta parcialidad del poder judicial de Bolivia, la cual no permitiría un debido proceso con todas las garantías a los acusados. Pero esto es un mero prejuicio y poner un estado de sospecha sobre un proceso que recién comienza y que no ha dado ningún signo de parcialidad o sometimiento a intereses partidarios o gubernamentales.
La siguiente propuesta es la reforma del poder judicial, para la OEA este poder ahora no sirve, esta “cooptado”, según su análisis, y por lo tanto se necesita una reforma consensuada con la oposición, parte de la cual formaba parte del gobierno de facto hasta antes de la asunción de Luis Arce. Alude a lo “imprescindible” de su reforma para transformarla en un poder independiente del Estado. En realidad se la ve muy interesada en cambiar el poder judicial y que parte de este responda a los sectores de la oposición para garantizarles impunidad a los golpistas y limitar las posibles reformas políticas del nuevo gobierno del MAS.
Por último, y aquí se desenmascara el principal propósito: “La liberación de todos los detenidos en el marco de este contexto, hasta contar con procesos y mecanismos imparciales…”, es decir, hasta que el poder judicial se erija en un bloqueo para ir en contra de los que atentaron en contra de la democracia y el orden constitucional de Bolivia mientras masacraban a sus propios compatriotas.
Pero como sabemos, la OEA y su inefable Sec. Gral, el inefable Luis Almagro, solo son mandaderos al servicio de la mano visible de los EEUU. Por eso, el Departamento de Estado emitió un comunicado en donde declara que: “Los EEUU siguen con preocupación el desarrollo de los recientes arrestos de ex funcionarios por el Gobierno Boliviano. Instamos a nuestros amigos y vecinos en Bolivia a sostener todos los derechos civiles y las garantías del debido proceso de la Convención Americana de los Derechos Humanos y los principios de la Carta Democrática Inter Americana de la OEA”.
La misma ONU, en una declaración oficial realizada por el vocero de la Sec. Gral dijo: “En relación con las recientes acciones legales tomadas en contra de ex funcionarios y autoridades del gobierno de Bolivia, la Secretaría General recuerda la importancia de mantener las garantías del debido proceso y la total transparencia en todos los procedimientos legales”.
Como para no ser menos, la Unión Europea se expresó en las palabras de su Alto Representante para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad, el español Josep Borrel, quien señalo este tema debe “Debe resolverse en el marco de una justicia transparente y sin presiones políticas, respetando la independencia de poderes”.
Demasiados intereses se juegan en Bolivia, y quienes apostaron sus cartas a cortar el proceso soberano iniciado por el MAS de Evo Morales hace más de 15 años, están dispuestos a utilizar todas las herramientas a su alcance para mantener la impunidad de las elites bolivianas, sus cómplices en las FFAAs y la policía boliviana. Tres factores de poder desestabilizador que siempre pueden tener a mano para frenar a uno de los más interesantes procesos políticos de emancipación nacional de Latinoamérica en el siglo XXI.