El diablo propone un brindis…
Por Maximiliano Rusconi.

Nos ha contado C. S. Lewis, profesor de literatura renacentista y medieval de la Universidad de Cambridge (desde 1954 hasta su muerte) que, en el infierno, durante el banquete anual de la Academia de entrenamiento de tentadores para jóvenes diablos, el Rector acababa de invitar a un brindis y en ese momento tomó la palabra Screwtape, el invitado de honor, con la pretensión de responder. Screwtape, comenzó formalmente: “Señor rector, su inminencia, sus desgracias, espinas, sombríos y gentiles diablos míos…”.
En esta ocasión yo pretendo tomar la posta que magistralmente nos ha dejado Lewis y, malgastando mi derecho a la interpretación, versionar ese discurso, como si Screwtape hubiera decidido ocuparse de nuestro país y dirigirse a algunos discípulos con destinos sureños.
Continuaría entonces el orador: “…En esta ocasión quiero dirigirme a mis pequeños diablillos del sur, quienes se encuentran ante una inigualable posibilidad de multiplicar hasta el infinito su capacidad de daño. Quiero comenzar con una indicación endemoniadamente imperativa: no dejen de aprovechar esta oportunidad. Esta pandemia es un momento único para desencadenar daños con efecto dominó: cada argentino indiferente, descomprometido, discriminador, egoísta, egocéntrico, insensible, no es más que una enorme oportunidad que nos pone la maldad para multiplicar su daño.
Cuando se vea a alguna vacuna como una herramienta para salvar vidas busquen el modo de desprestigiarla. No se olviden que vacuna y veneno se inician con la misma letra.
Cualquier campaña guiada por el mal, deben darse cuenta, tiene mala prensa, por lo cual ordeno que rápidamente se apropien de consignas que aludan a los aburridos buenos principios republicanos: libertad de prensa, independencia judicial, etc., etc.
La mentira es nuestra herramienta, queridos diablillos. Cualquier ataque a la mentira publicada puede ser abortado con la invocación de la libertad de prensa.
El poder judicial, que gracias al diablo es el poder que tiene menor representación popular, es nuestra herramienta para bloquear los caminos de felicidad comunitaria que pudieran surgir de otros sectores del estado. Siempre recuerden que la crítica a la sentencia más felizmente inmoral puede ser abortada con la invocación a la independencia judicial.
Si observan con ojos diabólicos que el sistema democrático es un problema para nuestros objetivos de instalar la maldad, nunca duden en proponer la vuelta de nuestros amigos, aquellos dispuestos a instalar dictaduras. Comiencen con mensajes periodísticos de ocasión. Nunca olviden que siempre tendremos a mano el argumento de que se ha tratado de un error de interpretación de una frase poco feliz.
Si los dirigentes toman medidas de protección de los ciudadanos frente a la pandemia, instiguen a otros dirigentes menores a incumplirlas.
Nunca pierdan de vista que siempre habrá buenos argumentos, de esos que suenan bien, para poner en riesgo la salud de las niñas, niños y adolescentes. Si la educación presencial es un título que nos lleva a mayor riesgo en esa etapa de la vida, y mucho mayor en los sectores más pobres, ello es una buena noticia. Siempre recuerden que bíblicamente el reino de los cielos se muestra más hospitalario con los pobres, por lo cual en el reino del infierno deberemos equilibrar con la invitación a los ricos.
En resumen, mis jóvenes diablillos, alcemos las copas por un mundo más desigual, inhumano y doloroso. Esa es nuestra tarea”.
Debo aclarar que el texto es una fantasía, y que cualquier coincidencia con la realidad es pura casualidad.