Docentes: viejos, feos, sucios y malos

Por Silvina Caputo.

Escuchá a Silvina Caputo acá.

La campaña de demonización de la semana próxima se avecina con claridad. Los “culpables” serán los docentes. Una vez más, los que no quieren trabajar, los que no ayudan al país, los que tienen tres meses de vacaciones, los que se rascaron durante la pandemia. 

Acusaciones y difamaciones repetidas una y otra vez por las voces de siempre, pero refrescadas -cual página de Google- por acciones concretas que llevan a pensar a algún distraído, por qué si todo parece seguro, los maestros no quieren volver a clases el próximo 17 de febrero.Igual tranqui, no volvió Vidal. Tampoco Macri, ni Sánchez Zinny, ¿Se acuerdan?. Buen momento para ejercitar la memoria.

Y en ese ejercicio vuelve como certeza que fueron ellos, los maestros los que siempre estuvieron por delante de las primeras luchas, de esas que luego, con el tiempo, demostraron ser el comienzo del fin. Fueron los primeros que combatieron el régimen macrista, los primeros demonizados, los primeros desfinanciados.

Hoy, verlos en pie de guerra, enciende una alarma. ¿Los hechos? El retorno de la presencialidad a las aulas en momentos de pandemia, con protocolos seguros según explica el ministro nacional del área. Sin embargo, también se aclara desde Nación que serán las jurisdicciones las que pondrán las reglas de juego en el territorio, concreto, del trabajo diario. Y aquí en la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, Larreta decide que los docentes mayores de 60 también tienen que asistir porque “se está evaluando” si son grupo de riesgo ya que son esenciales. Si, así como se lee.

Desde Ademys explicaron a la prensa que no sólo “deben ir a clases sino que tampoco se tendrá en cuenta por ejemplo sin conviven con otra persona que a su vez también es grupo de riesgo, ni el hecho de que la mayoría de las docentes, son mujeres y por lo general se encuentran al cuidado del hogar“.

En Nación el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, dictó esta semana la licencia para que uno de los dos progenitores al cuidado del hogar pueda no asistir en forma presencial los días de clase a su trabajo, pero… como Larreta puede hacer lo que quiera, también les dijo a los docentes -en una reunión mantenida el jueves pasado en el ministerio de Educación porteño- que para ellos tampoco rige esa resolución.

Por otra parte, tampoco abrió una inscripción para vacunar al personal docente, como contrariamente, si lo hizo Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires. Conclusión: Ademys votó en asamblea un paro para el próximo miércoles (17 de febrero), jueves y viernes en virtud de que “no están dadas las condiciones sanitarias ni educativas para el retorno seguro“. También UTE hizo una presentación judicial al respecto.

Mientras tanto, el Consejo Federal de Educación anunció para todo el país el retorno a la presencialidad desde la quinta de Olivos. Por otra parte, los que no podrán asistir en forma presencial -menores en grupos de riesgo- deberán continuar con la modalidad virtual, y al menos, en la Ciudad de Buenos Aires, seguirá aumentando la desigualdad educativa ya que el Plan Sarmiento que provee las notebook sigue desfinanciado. Se ve que no entró en el Protocolo el mejorar aquello que denuncian por ineficaz.

Esto también lo denuncian los malos, los viejos, feos y sucios, que nos mostrarán los medios cuando el 17, todo sea alegría, belleza y felicidad, al menos en los lugares en los que se marca tendencia.