Detrás de la Imagen y otras yerbas

Por Liliana Etlis.

 

Durante unos minutos tras los espejos, encuentro que mi piel sin el contacto con otras pieles producto del exilio desde el otro lado del pluriverso, me produce un acercamiento a lo más inverosímil. Esto me hizo reflexionar en qué nos enseña la crueldad y si realmente la especie humana tomaría conciencia de que otro mundo de justicia social, equidad, solidaridad, libertad, soberanía, es posible.

Me contaron que en otros lugares no ríen o que no lloran hombres o que miran al suelo como señal de respeto entre semejantes, que hay mujeres que funcionan colectivamente, que no hay un Yo sino un Nosotrxs, infinidades de variantes en la comunicación entre personas, pero hay algo de la condición humana que atravesamos muchxs y que nos interrogamos cómo sentipensamos la alteridad.

¡Cuándo se disolvió la identidad latinoamericana? La forma más efectiva de dominación social, material como subjetiva, fue a través de la expansión del colonialismo europeo en el siglo XVI, Modernidad que le dicen. La colonialidad es lo que vivimos en la actualidad bajo algunas formas como el control de los recursos naturales, la economía, el trabajo, las formas diferentes de gobiernos donde se privilegia la carrera armamentista y el militarismo, el control del género y de la sexualidad, la heterosexualidad como norma, la familia cristiana-victoriana, el control epistemológico en las instituciones y editoriales, concepciones del mundo que se construyen como subjetividades consumistas. Es referir a una clasificación separada del vivir cotidiano sin utilizar análisis del conocimiento diferente al que cinco países determinan (EEUU, Alemania, Inglaterra, Francia e Italia) aun siendo más eficaz en representarnos como especie, la perspectiva corpo-política y geopolítica.

La etnia, el género o la clase social es un entrecruzamiento que tendremos que encontrar en beneficio de descubrir nuestra identidad mestiza propia de este continente, siendo un fenómeno que atraviesa todos los ejes del sistema de poder. Aquí, en la Patria Grande, vivimos junto a otras especies renombradas.

Los nuevos conceptos de Interseccionalidad han demostrado entre tantos interrogantes, ideas movibles y plasticidad de pensamiento y conocimiento, diferenciando otras formas de “estar-estando” en la cotidianeidad, reconociendo conformaciones diferentes de expresar la vida en sectores como los migrantes, generalmente los más vulnerables de la población. Estos fueron invisibilizados por el sometimiento de explotación, expropiación, marginalidad, empobrecimiento y desvalorización humana en muchos ámbitos de existencia, cuya consecuencia fueron la disolución de los vínculos de solidaridad entre las personas entre sectores sociales, la meritocracia de clase y la construcción en ámbitos laborales con modos que el propio neoliberalismo ha convertido en sujetos individualistas, competitivos, dominantes y de explotación.

Así fueron ordenando y organizando otras instituciones desde el otro lado del océano, en sistemas clasificatorios con oposiciones binarias, eurocéntricas, enfrentando así una manera única de estar en el mundo, la Universal, siendo el Pluriverso un concepto desconocido para la mayoría de las miradas.

Como diría Lévi-Strauss en un sencillo análisis, se puede enfrentar dos comidas diferentes: crudas o cocidas, también podemos clasificar en verduras y frutas, o entradas y postres o lo que se sirve en las fiestas sagradas o en la mesa cotidiana. La diferencia es elemental para el significado cultural. Existen culturas donde las fronteras simbólicas no requieren de una identidad única, el cerramiento hacia el “Otro”, el diferente, el extranjero, conduce a la estigmatización y expulsión porque considera una amenaza para el orden cultural. Simultáneamente se dan desarrollos subjetivos donde surge, además, un sentido de “sí mismo”, dependiendo de nuestras relaciones inconscientes los propios vínculos humanos.

Explorar prácticas representacionales nos permitiría entrar en aquellas hendiduras donde la propagación de la imagen europea se irá interrogando ya que la construcción desde el lugar de la “civilización” a través de mapas, dibujos, grabados, fotografías, diarios, ilustraciones y narrativas, periódicos, escritos sobre viajes, tratados, informes oficiales y novelas de aventuras está llegando a su expiración. El Siglo de las Luces apagadas, que se inauguró como “civilización”, dará espacio a la mal llamada “barbarie” de aquellos pueblos no blancos, africanos y luego americanos, condenados a ser sirvientes y esclavos durante siglos. En la actualidad los subalternos.

Deconstruir esas formas de controlar y disciplinar también es acercarnos a nociones de Descolonialidad para poder re-hacernos en estas fronterizas existencias.