Desenrollando Miradas alternas
Por Liliana Etlis.
Cuando cito a Felisberto tengo un mareo de ideas que viajan en la lentitud.
Cuando irrumpo en sus palabras me queda la sensación de vivir respirando esas letras en mí, un viaje hacia el túnel secreto, donde las maravillas se interponen por capas en color del mar.
Cuando Felisberto Hernández, el inclasificable abierto al mundo, libre, tenor de sentimientos y de amorosidades: lo vivido es diferente, acaricio las formas de los objetos con el tacto enrollado en vestigios a la manera de los remolinos.
Cuando Felisberto Hernández, el inclasificable abierto al mundo, ventilador de disciplinas: aspiro ensoñaciones.
“…al mirar para adentro de mí, mis ojos miran para adentro lo mismo que para afuera; entonces al ser esféricos y moverse la parte que miraba para adentro, también se movía la que miraba para afuera y por eso miraba todos los objetos de mi cuarto sin atenderlos, yo atendía el avión que andaba adentro, en el espacio claro…” (de Felisberto Hernandez ilustrado)
