De las banderas de Perón a mí amigo Larreta
Por Oscar Rodríguez.
“El peronismo será revolucionario, o no será nada”, EVITA.
La pérdida del nivel de vida de los trabajadores y una línea recta que va por el centro subleva a algunos sectores de la coalición gobernante.
No pretendo en esta nota llevar adelante un análisis del resultado de las PASO, por dos motivos fundamentales: no soy sociólogo y soy militante del campo nacional y popular.
Como tal, creo entender que lo mejor para el pueblo es que se mantenga esta unidad que supimos conseguir.
Ahora bien, siempre hay que tener un contrapeso que balancee el barco cuando el timón mete proa a la derecha.
Teniendo en cuenta, que este es un “Frente de Todes” y así nos gusta que sea, pretendemos que siga siendo el Frente de todes y no solamente el frente de algunos.
Como socialista me gustan las banderas que enarbola el peronismo: justicia social, independencia económica y soberanía nacional.
La identificación del enemigo tiene que estar clara también.
El enemigo, identificado en el poder real de este país, que viene haciendo daño constantemente y se esconde tras la coraza que les ofrecen los medios de comunicación, que hoy también forman parte de ese poder.
Esto tiene que estar claro. Y ahí es donde nos tenemos que diferenciar fuertemente.
Como dijo el presidente Alberto Fernández, hay dos modelos de país, bien si es así, el modelo que lleva adelante el frente de todes tiene que estar claramente diferenciado del modelo que proponen los amarillos.
Hasta ahora esa diferencia NO se noto.
Obvio que se tienen en cuenta todos los atenuantes, sufrimos una devastación de 4 años de neoliberalismo, que llevó adelante de una manera exitosa su propósito: endeudamiento externo, destrucción de la industria, pulverización del salario, y sobre llovido mojado, la pandemia.
Hubo que maniobrar en aguas turbulentas, eso está claro.
Ahora es tiempo de la transversalidad, fijar un rumbo que contenga a todos los sectores de nuestro bendito país.
Entonces, avanzar en debates que diferencien cada una de las propuestas.
Porque no, pensar en volver a la constitución del 49, que marque normativamente un modelo de país con soberanía y justicia social.
Una de las banderas del peronismo, la independencia económica, porque no entonces, poner último en la fila al FMI, que todo el dinero que desembolsó en la gestión macrista se fue en especulación financiera y se terminó fugando.
Otro tema que podría marcar las diferencias entre dos modelos de país, el comercio exterior.
Hoy, poco más de diez complejos exportadores manejan el comercio exterior y la provisión de divisas.
De esta manera el 94% de las exportaciones totales argentinas quedan en manos de unas pocas empresas, que son las que participan de esos complejos exportadores, que en su mayoría venden al exterior con escaso valor agregado.
Tal vez sea hora de dar el debate sobre esos dos modelos de país, que tan bien marca el presidente.
Un modelo de país con espacio para todes, que otorgue dignidad a nuestro pueblo, donde el trabajo sea central y ordenador de la sociedad que pretendemos.
Dar la discusión para volver a las banderas de Perón, nacionalización de la banca, los depósitos y el comercio exterior.
No es posible que los ganadores en estos dos últimos años hayan sido los bancos.
NO ES POSIBLE!!! Eso no es ser un gobierno peronista.
Es tiempo de encauzar el barco, tal como dijo Alberto Fernández, cuando expresó su compromiso con la gestión.
La gestión tiene nombre y apellido: TODES!!
“La altisonancia y la prepotencia no anidan en mi ánimo” dijo el presidente, es hora de demostrarlo entonces.
Entienda sr. presidente, que Larreta forma parte de aquellos que no solo bajan las banderas peronistas sino que también las pisotean.
No es un amigo.
Hay tiempo, hay ganas y hay militantes comprometidos para pelear por el país que todes queremos.