Crónica de desencuentros/encuentros

Por Oscar Rodríguez.

28 de junio de 1896, barrio Montserrat. club Vorwärts.

Lugar y fecha que encarnaría el proyecto de nacionalización de masas y de incorporación de los trabajadores a la vida nacional.

Orador Juan B. Justo:

«El Partido Socialista es ante todo el partido de los trabajadores, de los proletarios, de los que no tienen más que la fuerza de su trabajo; las puertas del partido están, sin embargo, abiertas para los individuos de otras clases que quisieran entrar, subordinando sus intereses a los de la clase proletaria. Lo que es importante es patentizar nuestra independencia de todo interés capitalista o pequeño burgués».

De esta manera, casi desapercibido nacía el Partido Socialista.

Juan B. Justo un socialista que sin leer a Marx fundó las bases del primer partido político que incorporó en su doctrina la justicia social.

Quisiera, si ustedes me permiten, llevar adelante una crónica de encuentros desencuentros entre el socialismo y el peronismo.

Realizar un análisis histórico sobre estos dos fenómenos políticos nos llevaría más de un encuentro en este portal.

Trataré de sustraer los eventos más relevantes que han llevado adelante tanto socialistas como peronistas y como las circunstancias coyunturales y una mala lectura política han transformado, aquello que había nacido en defensa del pueblo trabajador, de ambos lados, en un enfrentamiento casi feroz por la disputa de la base de sustentación.

En palabras de Juan B. Justo, el partido socialista, nacía entonces enarbolando las banderas de la defensa del pueblo trabajador.

De esta manera comienza el recorrido. Así en los comicios del 13 de marzo de 1904 y gracias a las modificaciones realizadas en el nuevo régimen electoral, que dividía los distritos electorales en circunscripciones más pequeñas, donde cada una de ellas consagra un diputado.

Sumado esto al desarrollo político en el sur de la ciudad y la popularidad que había logrado Alfredo Palacios, más la división de los contrincantes del momento, hicieron que el partido lograra una banca a nivel nacional.

El joven Palacios se consagraría como el primer socialista en obtener una banca. Siendo considerado como el representante de la clase trabajadora en el parlamento nacional. El socialismo comienza a constituirse con un claro programa en defensa del pueblo trabajador. 

En 1914 al inicio de la primera guerra mundial, el novel espacio logra un primer impacto, ubicando 9 bancas. Siendo el trabajo legislativo la principal herramienta de construcción política. Las desavenencias internas más la muerte de Juan B. Justo llevaron al partido a discusiones internas que derivaron en un profundo debate ideológico.

La llegada a los primeros planos de la organización de Antonio Solari y Américo Ghioldi será la condena del incipiente PS. Podría colocar en este hecho, el mojón del primer desencuentro. 

Llegado el año ’30 se produce una apertura en las filas partidarias, que se enriquecen con el ingreso de jóvenes formados por experiencias políticas o culturales como la Reforma Universitaria.

Se incorporan de esta manera al Partido Socialista, Carlos Sánchez Viamonte, Deodoro Roca, los hermanos Orgaz, Julio V. González, Alejandro Korn, Ernesto Giudici, entre otros.

Entrábamos en un contexto de consolidación del capitalismo desde la integración de la burguesía agraria con el imperialismo británico. Donde se le cerraba a gran parte de la población las posibilidades de un ascenso social.

Se plantea entonces desde el socialismo un programa agrario de eliminación de la propiedad territorial en todo el país, sumado a la intervención estatal y de nacionalizaciones que fueran en contra del poder terrateniente y del predominio del capital extranjero en la economía.

El inicio de la segunda guerra mundial en 1939, marca un dominio fascista en el mundo y el partido convierte la lucha antifascista en un eje fundamental de su política partidaria.

En la década del ´40 surge en la escena política nacional el movimiento peronista, que interpela desde su creación al socialismo.

Las características en las que se afirmaba el nuevo movimiento estaban asentadas en una

oposición a las políticas imperialistas dejando de lado a las economías internacionales.

Reivindica los derechos laborales en defensa, obviamente de la clase obrera. Propugna el cuidado de la soberanía nacional, consolida la creación de un estado protector que brinde beneficios sociales a las clases más vulnerables.

La puesta en manos del estado de los servicios públicos más un fuerte fomento de la industria nacional con la clara estimulación del mercado interno y el autoabastecimiento. Los años del surgimiento del peronismo marcaron una sólida relación entre el nuevo movimiento y la clase trabajadora, relación que terminó de quebrar al PS, ya que este se auto percibía como el genuino representante de la clase obrera.

La mala lectura y el extravío ideológico que realizaron los representantes del socialismo los llevó a situarse en la vereda contraria al nuevo movimiento que surgía.   

La lucha antifascista que emprendió el socialismo lo llevaron a una nebulosa que no permitió analizar de manera racional los acontecimientos nacionales que se sucedían.

Vieron en la proclamación de Perón como candidato presidencial una operación entre los jefes del ejército y una policía ganada al nazismo. Esta visión no les permitió comprender la movilización de las masas en favor de Perón, a las que catalogaron de lumpen y desclasados.

Para las elecciones de 1946 integraron un frente con otros partidos en oposición a Perón, que se denominó la Unión Democrática, que contaba con el auspicio de la embajada de EEUU.

A tal punto llegó la ceguera que los llevó a incorporarse a un frente imperialista que propugnaba todo lo contrario a las bases fundacionales del partido. Américo Ghioldi no perdía oportunidad de hostigar al peronismo desde las páginas de la vanguardia.

Las elecciones del ´46 dieron comienzo a una activa participación de los medios de comunicación en fijar posición y denostar a una de las fuerzas en disputa.

Pretendieron instalar en el subconsciente colectivo que se estaba ante la elección de democracia o fascismo. Comenzó un fuerte hostigamiento a las figuras del naciente peronismo.

Para los medios la unión democrática era la “ciudadanía esclarecida” y del otro lado se encontraba “la lepra peronista”. Las páginas de la vanguardia no se quedaban atrás en las descalificaciones y en su edición del 18 de enero de 1946 publica un artículo con el título « La descomposición de los residuos constituidos en partido ». Donde decía de las fuerzas que acompañaban a Perón: «son cúmulos de residuos, campo de concentración de traidores y ambiciosos, amontonamiento de escorias, depósitos donde se guardan escombros de todos los derrumbamientos»

La virulencia antiperonista de la vanguardia no decayó nunca y desde esa tribuna doctrinaria del PS se daba a entender que en las elecciones de 1946 se enfrentaban “la gente decente” con el “lumpenproletariado”.

La tergiversada realidad que mostraban los medios de comunicación, más allá de lesionar la ética periodística, lesionó la percepción que se captaba, y que al día de hoy continúa en el subconsciente colectivo, era tal el bombardeo mediático que muchos llegaron a convencerse que lo que se proclamaba era parte de una verdad única e incuestionable. Decía entonces, que tras la muerte de Juan B. Justo y con la llegada de Solari y Ghioldi al manejo de la organización partidaria, fue la condena del socialismo, y esto se puede entender por la posición antiperonista que tomaron estos personajes, yendo a un pensamiento Contrafáctico, ¿qué hubiese pasado si las decisiones hubiesen quedado en manos de Enrique Dickmann?

Cuando la política del PS tomaba rumbos de derechización esta fue contrarrestada por la figura de Enrique Dickmann, quien fue expulsado del partido en 1952. Tras el triunfo del peronismo en 1946 destacados hombres del socialismo se acercaron al gobierno, ocupando importantes cargos ejecutivos, tal es el caso de Ángel Gabriel Borlenghi quien fue Ministro del Interior.

La ruptura del PS a partir de 1952, con la creación del Partido Socialista de la Revolución Nacional, se podría enmarcar en el primer encuentro entre dos fuerzas que propugnaban la justicia social, la soberanía política y la independencia económica.

Continuará……