Crece la industria y el empleo en Argentina

Por Ezequiel Vega

Los últimos indicadores permiten resaltar varios puntos favorables de la políticas públicas que lleva a cabo el Ministerio de Economía junto con la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo de Nación.

Desde que el Frente de Todos asume la gestión a nivel nacional, los indicadores de desarrollo industrial, actividad económica y empleo superan a los arrojados durante la gestión de Juntos por el Cambio (2015-2019).

Según informó la cartera a cargo de Ignacio De Mendiguren, en el cuarto trimestre del 2022 la tasa de empleo fue del 44,6% la más alta desde 2003. A su vez la tasa de actividad económica alcanzó los 47,6% la tercera más alta en 20 años. Y, lejos de los pronosticos apocalipticos de los voceros de la oposición, la industria se encuentra un 10% por encima del 2019.

Por su parte, cabe resaltar, que el año saliente la economía Argentina cerró con un crecimiento anual del 5,2%, acumulando así 24 meses consecutivos de expansión del producto bruto, luego de la caída del 2020, y las recesiónes de 2018 y 2019. Así, con el crecimiento del último trimestre de 2022, la economía acumuló 8 trimestres consecutivos de expansión interanual.

Otro dato relevante, que mencioné anteriormente en mi última publicación, La inversión culminó el 2022 con una expansión anual del 10,9% y del 28,8% respecto a 2019. Así, se ubicó en el nivel más alto de inversión anual (a valores constantes) desde al menos 2004. Y con respecto al mercado laboral, la tasa de desocupación fue del 6,3% en el último trimestre de 2022, el segundo nivel más bajo de al menos los últimos 20 años.

Dichos indicadores se encaminan con la visión de país del plan “Argentina Productiva 2030” que tiene como meta incentivar la agregacion de valor y el desarrollo industrial y tecnológico en torno a las actividades primarias, tales como el agro, hidrocarburos,pesca,forestal y minería.

Las dificultades que enfrenta la gestión son múltiples y pareciera que los avances quedan nublados por la inflación y la brecha cambiara. Lo cierto es, comparamos esta gestión con la de Mauricio Macri, los índices de producción y trabajo muestran no solo recuperación, sino también la consolidación de un modelo de desarrollo con sustitución de importanciones, donde se prioriza el trabajo argentino por sobre la importación de bienes finales de consumo provenientes de mercados emergentes con mano de obra barata.