Contagiemos Solidaridad
Por Daniel Prassel.
Nos volvemos a ver estimadas y estimados lectores de Identidad Colectiva, nuestra trinchera nacional y popular de militancia, pensamiento crítico y análisis político, donde cada domingo ponemos lo que hay que poner para sumar un humilde aporte constructivo y propositivo para hacer crecer nuestra amada Patria, en el artículo de hoy traigo una frase que nos dejó la queridísima compañera recientemente fallecida, Nora Etchenique mientras se desempeñaba como directora del Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires, en una nota de tantas afirmó categóricamente que: “la gente de barrios más humildes, que son los que más donan” en referencia a ese insumo vital por estos días que es el plasma de las personas recuperadas de Covid 19, inmediatamente de leer esa declaración me puse a pensar en la solidaridad y sus características, a continuación dejo algunas reflexiones para que pensemos juntxs sobre este tema.
Sabemos históricamente que el Pueblo Argentino cuenta con un grado de solidaridad exponencial, más aún cuando tragedias se suceden, vale recordar el terremoto de San Juan en 1944 que dejó un saldo de más de 7.000 muertos y la virtual desaparición de la edificación en la capital provincial cuyana, tal es así, que el día después del terremoto, Juan Domingo Perón, flamante secretario de Trabajo, en cadena nacional anuncia una gran colecta para ayudar a las víctimas. Se produjo una gran movilización para recaudar fondos; la gente hacía fila para dejar dinero o cosas; también se organizaron actividades para juntar fondos y como si fuera poco en ese recordado festival a beneficio en el Luna Park, el General conoce a Eva y ya nada fue lo mismo.
La solidaridad. como vemos muchas veces, puede emanar desde arriba, pero volviendo a la frase de la querida Nora, hay un fenómeno que no podemos dejar de citar como objeto de análisis a la hora de caracterizar situaciones, generalmente son los humildes quienes son más responsables y dignos en su humanidad, y ojo no estamos acá para romantizar ningún tipo de carencia o vicisitud, como buenos peronistas que somos, nuestra lucha implica que la movilidad social ascendente llegue a cada compatriota sin exclusión alguna, pero reitero y me bastan los ejemplos que se pueden enumerar históricamente, y también si hacemos un abordaje rápido de estos días extraordinarios que vivimos a partir del 20 de marzo del corriente.
Quien no se acuerda de ser pibe y ante el fallecimiento de algún vecino o vecina, inmediatamente se armaba una colecta para ayudar a la familia con el velorio, puede parecer algo de antaño pero ese gesto encierra muchísimas definiciones como comunidad, nos dice claramente que este individualismo al que nos vienen llevando no siempre tuvo lugar para esparcirse tal cual el virus que hoy nos aqueja.
El que tuvo hermanos, también sabe muy bien cómo se pasaba la ropa de unxs a otrxs, y no porque quizás no hubiera chances de comprar otras prendas, sino porque había implícitos varios valores comunitarios en esa práctica como puede ser la pulcritud, el valorar lo que se tiene, el no gastar cuando no es necesario, el enseñar que podemos ayudar a otro, en fin situaciones que hoy vemos cada vez menos.
Pretendo con estos recuerdos que nos miremos hacia adentro como comunidad y pensar como pudimos pasar de aplaudir a los médicos a señalarlos como peligro inminente de portadores del virus, como pasamos de ver artistas supuestamente comprometidos que cantan juntxs por zoom a no ver a ninguno ir a ayudar a alguna olla o merendero pero si desfilar por tv burlando casi la clasificación de esenciales o como vimos políticos de la oposición llamando a la mesura y concordia los primeros días de Pandemia para después embestir con uñas y dientes las medidas oportunamente adoptadas por nuestro gobierno y con total irresponsabilidad convocar y agitar los ánimos para sacar la gente a la calle con las consecuencias que ya sabemos.
Digo entonces, no será un buen momento para que, como comunidad, empecemos a dar esos debates urgentes, necesarios e ineludibles que sabemos que están ahí, pero por distintas razones esquivamos?, tenemos una herramienta y es la política, con ella nos tenemos que nutrir para empezar a dar las respuestas que todavía la democracia no dio, para hacerla cada vez mejor y para poder de una vez por todas, encauzar las prioridades que tenemos por delante, sin darle bola a la agenda que proponen las empresas masivas de comunicación, nuevamente mi opinión personal es que hoy, no hay ningún medio que promueva valores comunitarios, son solo circos romanos que usan lo que sea para llenar horas y horas de televisión en beneficio de sus mismas empresas, y lo decía muy bien Axel en la conferencia de hoy cuando espeto: “Se hace difícil cuidar la salud con un coro permanente que conspira contra todas las medidas. No es el momento de buscar votos, y cavar la grieta todos los días”.
Podemos estar tranquilos en algo, en el ADN del Pueblo la solidaridad vive como llama inagotable de amor y compromiso hacia el prójimo, lo voy a repetir las veces que sean necesarias, en las barriadas la cuarentena se cumplió y se cumple con altos índices de acatamiento, hay miles de compañeras y compañeros que sostienen ollas, comedores y merenderos, hay Municipios comprometidos que trabajan de sol a sol, hay laburantes que les toca salir a exponerse y cumplen a rajatabla con cada medida de prevención, no es cierto lo que te han venido contando que el Pueblo transgrede y coso, por supuesto hubo casos puntuales pero son solo fotos, hay que mirar toda la película.
Nos dice Evita, siempre vigente:
Cada uno debe empezar a dar de sí todo lo que pueda dar, y aún más. Solo así construiremos la Argentina que deseamos, no para nosotros, sino para los que vendrán después, para nuestros hijos, para los argentinos de mañana.”
Evita
O como venimos diciendo “Nadie se salva solo”
Más Estado, Más Solidaridad, Más Comunidad, como nuestrxs 30.000 nos enseñaron