Charla de campo con Luis Basterra
Julio De Vido (h) en una entrevista exclusiva con Luis Basterra, Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Estamos buscando los mecanismos que le representen el mayor estímulo para proveer al mercado interno y externo y a la vez no se descapitalice para que pueda producir y producir más”
De Vido: ¿En qué momento de su carrera política siente que lo encontró el nombramiento en la cartera de Agricultura?
Luis Basterra: Yo había participado de la campaña representando al Frente de Todos en Formosa y ganamos cómodamente en Formosa con lo cual mi expectativa era profundizar la tarea legislativa con especial énfasis en el sector agropecuario y en el desarrollo de la regiones extra pampeanas particularmente lo vinculado a Formosa considerando que a nosotros en lo que definimos como el modelo formoseño con el gobernador Insfrán hemos a lo largo del tiempo desarrollado el concepto de equidad social, un emblema asociado a la justicia social una de las tres banderas del peronismo, con un concepto que lo define como equidad territorial esto es que cada argentino pueda desarrollarse en el lugar donde ha elegido vivir dentro del territorio y en función de ello mi expectativa estaba puesta en avanzar sobre leyes que durante los cuatro años del macrismo no pudieron siquiera debatirse. Por ejemplo, en mis primeros cuatro años de labor legislativa presidiendo la comisión de Agricultura aprobamos 43 medias sanciones de las cuales 23 fueron leyes, en los cuatro años del macrismo fueron aprobadas solo 2 leyes que pasaron por la comisión, esto en el marco de la estricta liberación como política para el sector agropecuario, se echaron más de dos mil trabajadores en el Ministerio de Agricultura, se liberalizó el comercio, se quitaron las retenciones temporariamente después las tuvieron que restaurar ya que era un instrumento de política macroeconómica que dispone el Estado para la gestión de sus políticas, eso fue todo lo que hicieron en el sector, no tuvieron una clara política de desarrollo.
Tras el triunfo el Presidente nos propone ser parte del equipo y hemos tomado con mucho orgullo militante esta responsabilidad porque tenemos que enfrentar una situación muy aguda, de un país muy endeudado en un escenario de vencimientos de corto plazo que impone un grado de dominación del capital financiero sobre las divisiones políticas y en ese escenario la propuesta del Presidente nos resultaba un desafío desde la política muy importante, preservar antes que nada la calidad de vida del argentino esbozada en sacar a millones de compatriotas del hambre algo tan primario pero tan esencial y que ese mismo abordaje se evidencia en el tratamiento de la pandemia donde se prioriza la vida por sobre cualquier otra decisión dentro de las políticas que se llevan adelante.
A diferencia de lo que plantea Mauricio Macri, no importa la cantidad de muertos lo importante es que la economía no se pare, nosotros anteponemos que lo importante es preservar la vida, el resto más tarde o más temprano se va a recuperar.
JDV: Luego de los cuatro años de macrismo en los que sus políticas para con el sector fueron erráticas y de muchas idas y vuelta que profundizaron el descreimiento en la dirigencia política, ¿con qué clase de dirigentes gremiales se encontró?
LB: En un primer momento tuvimos que generar un debate franco para poner las cosas con claridad, lo que nosotros vinimos a hacer es enfrentar un país endeudado que nos exigía a todos los argentinos hacer un aporte para superar esta situación, con una premisa, los que más pueden más aportan, los que menos pueden más reciben para resolver esa situación.
La decisión que nos propone el Presidente y que nosotros llevamos adelante fue tomar lo que Mauricio Macri había instrumentado y actualizado dado que había aplicado las retenciones con un criterio de absoluta irresponsabilidad de gestión macroeconómica, había puesto un impuesto que se recauda en dólares con un modelo de pesificación con tope de 4 pesos para el dólar, digo un acto de irresponsabilidad porque aspiró a que la devaluación licue la retención, si decide poner retenciones es porque la situación le demandaba la captura de recursos para enfrentar el desastre de política económica que había hecho, si su decisión política era ir reduciéndolas en el tiempo hubiera puesto una variación porcentual decreciente, pero fue muy irresponsable y demagogo con el sector, a lo que además cuando pierde las elecciones castiga al pueblo argentino generando una descontrolada devaluación que impactó sobre el poder adquisitivo de la gente más humilde y de las pymes y obviamente generó en el sector una actitud que silenciosamente aceptaron porque licuaba el aporte que hacia la producción agropecuaria de exportación.
En un acto de absoluta responsabilidad de gestión de los recursos del Estado la propuesta del Presidente fue actualizar a lo que originariamente había sido incluso la idea del mismo Mauricio Macri que era recuperar los derechos de exportación que se hagan al valor de la cotización del dólar de ese momento, eso fue lo que le explicamos a la mesa de enlace que nos escuchó, que no lo tomaron con alegría pero que para nosotros no tenía ningún elemento diferencial como instrumento económico al que había asumido Mauricio Macri con lo cual nos eximía de cualquier apreciación subjetiva de nuestro gobierno con respecto al sector.
Con posterioridad se ratifica este concepto político en la ley de emergencia con dos excepciones, la posibilidad de pasar del 12% al 15% por ciento en maíz, trigo y girasol y la soja del 30% al 33%.
Nuestro gobierno tenía legitimado en las urnas poder proponer números inclusos superiores a estos ya que el establishment y la oposición perdedora habían instalado que íbamos a poner como mínimo el 35% a la soja, el 25% al maíz, el 20% al trigo y la realidad es que la ley tiene menores topes que los legitimados en una elección que ganamos en primera vuelta.
Cuando se instrumenta el decreto mantuvimos e incluso bajamos los valores respecto a los que la ley habilitaba, en un gesto que nos pone en una situación mejor que la aplicada por Mauricio Macri en 2018, con un fuerte foco en las economías extra pampeanas o pampeanas de áreas marginales, la única que aumento fue la soja que además no tuvo un sentido fiscalista sino que tiene un sentido de redistribución del sistema dado que el incremento del 30% al 33% no va a rentas generales sino irá a redistribuirse entre los productores de soja, por lo tanto estamos aplicando un sistema que da argumentos para dar un debate político que obviamente tratan de sesgarlo cargando en nuestro modelo una disposición contraria contra el sector agropecuario, reconocemos en este un factor dinamizador de la economía, estamos trabajando fuertemente para que la producción se incremente como así también la productividad.
Las expectativas nos acompañan, con las reglas claras que hemos planteado, va a haber un incremento en el área de trigo lo que hace que en el campo de lo subjetivo se pueda especular sobre más o menos afinidad emocional pero en lo concreto al momento de poner recursos vemos que el campo está viendo que nuestras reglas son positivas para que aumente la siembra
JDV: ¿El Presidente planteo qué sector agropecuario le gustaría tener al terminar su mandato?
LB: Si, la clave está en respetar los ejes de equidad social y territorial, la primera hace énfasis en que debemos desarrollar los distintos sistemas productivos, puede haber conflicto entre gran producción en escala con pequeños y medianos productores con agricultura familiar, tiene preponderancia preservar los sistemas que involucran al hombre y su familia en el desarrollo de la actividad productiva por eso recuperamos la Secretaria de Agricultura Familiar.
Esto no quiere decir que no existan modelos de coexistencia, donde nosotros debemos poner énfasis para apuntalar lo que el mercado no acompaña, cuando vamos al segmento de agricultura familiar no son atractivos para los grandes proveedores de insumos, tecnología y conocimiento, por eso estamos recuperamos las capacidades del INTA para acompañar esos procesos tecnológicos en articulación con los gobiernos provinciales para la generación, desarrollo y apropiación de esos sistemas con servicios de extensión, para que tengan grados de eficiencia que les permita ser sujetos productivos y que sus sistemas generen los bienes y servicios que le retribuyan al factor principal que en la agricultura familiar es la calidad de vida de la familia la expectativa de progreso y la posibilidad de que sus descendencias si quieren seguir siendo productores puedan seguir siéndolo por eso debemos lograr una retribución justa a su conocimiento, su trabajo y su compromiso patrimonial que no está relacionado a la tasa de rentabilidad del capital, se mide en otros términos dado que el capital invertido puede ser menor y tener mayor retribución pero eso no alcance para satisfacer las claves anteriormente mencionadas.
El presidente ha sido muy claro, en Argentina no sobra nadie, tenemos que generar condiciones para el desarrollo de cada una de las familias, como puede ser el caso de la agricultura familiar donde sean autosuficientes no solo para obtener sus alimentos sino también generar un ingreso
JDV: Viniendo a la actualidad, el sector demostró buena reacción y dinamismo frente a la pandemia dada su amplia distribución territorial asegurando la provisión de alimentos local y manteniendo la performance exportadora, sin embargo se observan tensiones en cuanto a la liquidación de divisas, ¿qué responsabilidad tiene el acopio de los productores para protegerse del efecto precio y que responsabilidad tienen los grandes exportadores?
LB: Los silobolsas han significado en una visión general la posibilidad de que un productor no se vea compelido a entregar su producto y recibir cualquier precio, le ha mejorado su posición negociadora dentro de la cadena de comercialización, con lo cual uno aspira y en la práctica se da en una medida mucho mejor a cuando no existía el silobolsa a que el productor pueda esperar su momento de venta.
En tiempos normales uno esto lo acompaña, de hecho estas tecnologías surgieron durante nuestro anterior gobierno, entendemos que el sistema distribuye mejor los recursos entre los distintos eslabones. En este momento vivimos una situación particular, nuestro gobierno estaba legitimado para poner otros números de derechos de exportaciones, algo que no hizo, estaba legitimado no solo por lo que decía la prensa sino también por como actuó el mercado, el cual genero ventas anticipadas que hicieron que antes de diciembre gran parte de la cosecha de trigo ya estuviese colocada y gran parte de lo que incluso se tiene en una curva lineal de colocación de productos de soja ya estaba también vendida, esto lo que hizo fue que nuestro gobierno encuentre un estado de compromisos que ya estaban tomados y que la curva de declaraciones de ventas hayan sido inferiores a las de otros años, no obstante existe una recuperación de ventas, en particular de soja, similar a la del año pasado.
Lo que nosotros estamos proponiendo es que es momento de liquidar como un esfuerzo para el país, porque lo que estamos necesitando es divisas para poder enfrentar el desastre que nos han dejado porque la situación de la pandemia complejiza aún más el problema de la deuda, ocurre que en este momento se está cerrando la renegociación de la deuda y es cuando más impacta la actitud especulativa del poder financiero, llevando a valores que no tienen ninguna razonabilidad ni el contado con liqui ni los distintos dólares de fuga ni especulativos. Esto genera una especulación en los productores que perciben incertidumbre y en este contexto lo que hacen es quedarse en moneda dura, hoy un commoditie es moneda dura, al nosotros tener una gran capacidad exportadora los valores internos en general están ligados a la cotización del dólar, ante esta situación nosotros planteamos que el que vende tiene un “premio”, todos los productores, pequeños y medianos fundamentalmente, tienen acceso a los créditos de tasa del 24% anual ante las opiniones inexactas de los medios y de los propios integrantes de la mesa de enlace que dicen que el campo está siendo discriminado, el campo hoy no tiene discriminación, si tiene una condición, en el producto trigo y en el producto soja se le propone que venda el trigo para sostener la oferta interna y poder cumplir los compromisos con Brasil no se le obliga a que venda se le da la oportunidad que si quiere acceder al crédito de tasa subsidiada que es el mismo que se le da al que no pudo trabajar un mes y medio y tiene que pagar los sueldos, se le ofrece al productor si tiene el 5% como máximo de existencias de trigo o de soja, además, complementamos para que pueda preservar ese valor el instrumento de lo que se denomina plazo fijo en granos, esto es que si el vende mil toneladas de trigo puede poner mil toneladas de trigo a plazo fijo de 60, 90 o 120 días con lo cual cuando venza ese plazo fijo podrá hacerse del valor a esa fecha obviamente como si lo hubiera vendido en esa fecha, estamos trabajando en el desarrollo de ese instrumento porque no es sencillo, en particular para pequeños y medianos productores. Estamos buscando los mecanismos que le representen el mayor estímulo para proveer al mercado interno y externo y a la vez no se descapitalice para que pueda producir y producir más.
Del lado de los exportadores hay algunas argumentaciones que indican que tienen alguna dificultad en hacerse del grano porque no está habiendo esta fluidez en el comercio del grano y mientras esto no ocurra no hay prefinanciación para poder hacer, entendemos que se tiene que resolver en los próximos días, estamos cerrando la cosecha de soja, 2/3 de la cosecha de maíz y queremos ver cómo funciona este instrumento que está siendo diseñado y creemos que en el corto plazo se va a regularizar y ordenar para que todos entendamos que es un compromiso ineludible tiene el sistema agropecuario, un sistema que está funcionando, que está expuesto a la situación sanitaria pero que a la vez tiene una oportunidad que es la de seguir en actividad con lo cual habiendo hecho un repaso con todos los ministros del sector del país hemos visto que prácticamente todas las actividades están desenvolviéndose con normalidad salvo casos puntuales como el algodón y algunas producciones que están requiriendo algún financiamiento adicional.
JDV: Desde Identidad Colectiva le dimos mucha importancia al sector de los biocombustibles considerándolo un estratégico mercado alternativo de las producciones de soja y maíz ¿cuál es la posición de Agricultura para con el sector?
LB: Para nosotros los biocombustibles tienen un rol estratégico, durante el gobierno de Mauricio Macri este sector fue desestimado, en un estado agudo como el que esta la Argentina lo estratégico muchas veces confronta con la coyuntura y determinadas medidas que entendemos y de hecho han sido desarrolladas por nuestro proyecto y nuestro espacio político requieren ser revisadas en términos de coyuntura pero no en términos estructurales, en términos estructurales entendemos que hay que profundizar la política de biocombustibles, en términos coyunturales uno admite que hasta tanto se acomoden las variables macroeconómicas hay determinadas decisiones que están subsumidas a ese proceso de renegociación de la deuda externa, de reasignación de recursos, de lo que es la lucha contra el hambre, la reactivación de las pymes y que los biocombustibles tienen que estar en el marco de análisis de estas medidas de coyuntura sin perder dimensión de la dificultad de esta, sabiendo que tenemos que apuntar a que estratégicamente sean parte del menú de opciones de agregación de valor que tienen que tener la materia prima en nuestro territorio. El caso emblemático es el caso de la burlanda en la producción de etanol que contribuye de una manera muy eficiente a sistemas agropecuarios como es la producción de cerdo, de leche y que se complementa de manera muy importante en un modelo exportador de valor agregado que en vez de exportar el maíz podemos hacer uso del etanol y a la vez generar carne de cerdo, de ave para la exportación, por ejemplo, al mercado chino que es importante particularmente en esta coyuntura por la fiebre porcina, entre otras cuestiones.
JDV: ¿Qué visión tiene sobre la dicotomía “vivir con lo nuestro” y la nueva globalización que vendrá luego de la crisis particularmente en el sector?
LB: Estamos ante un escenario de alta incertidumbre donde previo a la pandemia había una muy dura posición de mercados de alto consumo como la UE de restringir las importaciones de productos como los nuestros, empezando a proponer barreras de acceso a esos mercados para lo cual nosotros seguimos trabajando para que el acceso de nuestros productos esté ajustado a criterios de base científica y no a medidas subjetivas o para arancelarias, en este sentido la capacidad que tiene Argentina de producción de alimentos es un atributo que va a subsistir durante bastante tiempo pero que va a tener que trabajarse en un contexto mundial de economías que se van a cerrar, de economías endeudadas por lo que nos va a exigir una inteligencia adicional para que podamos aprovechar esta oportunidad dado que el alimento tiene una demanda inelástica, la gente tiene necesidad de comer todos los días y nosotros la posibilidad de producir mucho alimento.
Desde el punto de vista de la disyuntiva vivir con lo nuestro o abrirnos totalmente hay posiciones intermedias que hay que administrar y básicamente el concepto de agregación de valor tiene que estar en el centro a lo que hay que sumarle el desarrollo de ciencias a nuestras producciones y estar a la vanguardia de procesos en nuestras producciones, que nuestros productores se apropien pero también tienen que ser un instrumento de posicionamiento en el mundo desde la producción de variedades, tenemos varias empresas nacionales que tienen productos internacionalizados con un posicionamiento mayoritario en el mundo que genera divisas, somos de los pocos países que tenemos la posibilidad de edición génica para abordar mercados de creaciones fito-genéticas y tenemos tecnología satelital para el agro como es el Saocom que es una tecnología especialmente diseñada para el sector agropecuario, tenemos una metalmecánica muy desarrollada y tenemos incipientes áreas de desarrollo como la robótica, las tecnologías de las TIC´s que pueden ser aplicadas al agro para dar el paso al pelotón que nos ponga en la vanguardia de generación de tecnologías no solo de materias prima, que no queremos, queremos ser productores de materias primas con valor agregado pero también de tecnología para el sector agropecuario.