Bielorrusia: Asfixiar al aliado de Moscú, es la cuestión

Al cumplirse un año de las elecciones presidenciales, en las cuales Aleksandr Grigórievich Lukashenko fue reelegido nuevamente como jefe de estado de Bielorrusia, los Estados Unidos junto con la administración de Boris Johnson y Justin Trudeau -Primer Ministro de Canadá- lanzaron una nueva ofensiva de sanciones comerciales contra el país miembro fundador de la Comunidad Económica Euroasiática, apuntando contra la figura de Lukashenko y las principales compañías exportadoras de commodities del país.

En una conferencia de prensa, que duro más de ocho horas ante la prensa local y extranjera, el presidente bielorruso anunció que las medidas coercitivas y restrictivas afectarán al sector energético, al sector militar-industrial, a la industria de la calefacción y al Comité Olímpico Nacional. En nombre de los “derechos humanos” y la “democracia”, nuevamente, Washington junto con Londres y Ottawa, continúan con su diplomacia de intromisión en los asuntos internos de otras naciones.

Golóvchenko, primer ministro de Bielorrusia, señaló que el país está en una encrucijada dentro del “tablero de ajedrez mundial” y que los empresarios nacionales más relevantes que apoyan al gobierno se verán afectados para desarrollar sus actividades privadas. Entre ellos Mikalai Varabei, de la industria del petróleo, y Aliaksey Aleksin, de la industria tabacalera. La asfixia a las principales firmas comerciales a fin al oficialismo, tiene como objetivo debilitar a Lukashenko y agudizar la crisis económica del país asiático, que se mantiene como un aliado estratégico de Moscú en la región