ArreBeef y la “vaca viva”
Por Julio De Vido (h)
En el norte de la provincia de Buenos Aires a 45 kilómetros de Ramallo y a misma distancia del límite interjurisdiccional con la provincia de Santa Fe se encuentra la localidad de Pérez Millán un pintoresco pueblo de unos seis mil habitantes y una cuadrícula de diez cuadras por diez cuadras, a siete cuadras de la Plaza San Carlos Borromeo se encuentra la planta agroindustrial ArreBeef.
Desde el año 1976 la localidad cuenta con un frigorífico, pero la toma de posesión del mismo por parte de la empresa antes mencionada en el año 1996 lo transformaría hasta convertirla en la planta frigorífica de estándares internacionales que hoy les vamos a contar.
Desde Identidad Colectiva tuvimos el agrado de comunicarnos con Don Hugo Borrell, tercera generación al frente de esta empresa familiar nacional históricamente orientada al mercado de las carnes desde sus comienzos en la localidad bonaerense de Arrecifes, Hugo Borrell (h), Director General, y con Pablo Idígoras, controller de esta compañía que el año próximo estará cumpliendo cien años de operaciones en sus distintas actividades.
Dentro del top 5 de principales frigoríficos del país motorizado por un fuerte perfil exportador, la planta comenzó el año 2019 con una faena promedio de 1200 cabezas por día finalizando el mismo, tras una ampliación de las capacidades productivas, en 1500 cabezas por día, generando un dato global de producción de 78.000 toneladas en media res, otorgando 1100 puestos de trabajo calificado.
En el año 2017 la dirección junto con el equipo de trabajo toman la decisión de planificar “ArreBeef 2030” y comenzar un plan de inversiones que deriven en una mayor sustentabilidad, equilibrio ambiental y disminuir su huella de carbono, asociado también a necesidades productivas, la compañía encara la construcción de un biodigestor de 5000 m3 que, en un principio, se pensaba utilizarlo para el funcionamiento propio de la planta. Sin embargo, a través de la instrumentación de la ley de Energías Renovables del año 2013 bajo el formato de RenovAr 2 se encuadra el proyecto en este plan para la generación de energías limpias. El plan RenovAr incluye licitaciones públicas periódicas en las que distintas empresas presentan sus proyectos de inversión y el precio al cual están dispuestos a vender su capacidad. CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) es la administradora de estos contratos a largo plazo (PPA), los cuales están fijados en dólares.
Tras una inversión de 5,5 millones de dólares financiada en su totalidad por la empresa se generó la unidad ArreBeef Energía destinada a:
- Una Planta de Digestión Anaeróbica. (Digestor de hormigón)
- Una planta de Pretratamiento del Biogás.
- Un Motor de Co-generación, que transforma el metano presente en el biogás en energía eléctrica y térmica.
- Equipo de recupero del calor del Cogenerador para aprovecharlo dentro del Biodigestor.
- La conexión con el SADI (Sistema Argentino de Interconexión) para la entrega de toda la Energía generada en el Marco del Programa RenovAr 2.
- Tornillo prensa para tamizar la fase sólida y líquida de los 136 m3 de digestato diario.
Ahora, ¿Cómo se transforma el ingreso de un camión con hacienda a energía para el consumo de todos los argentinos?
La actividad frigorífica cuenta con una serie de coproductos derivados de la producción de carne que tienen un alto rendimiento para la generación del biogás antes mencionado, esto es posible tras el tratamiento en el biodigestor de 5000 m3 de efluentes y residuos orgánicos por un período aproximado de 45 días, posterior al tratamiento según el origen de cada residuo calificados en:
Línea roja, aquellos derivados de los desagües industriales de la planta.
Línea verde, residuos conformados fundamentalmente por contenido ruminal y estiércol.
Sebo y zancochado, el primero es un producto apto para comercializar como coproducto, pero presenta un alto grado de conversión energética y el segundo deviene del descarte de animales no aprobados por las autoridades de SENASA.
Además del biogás y la energía eléctrica, se genera como resultado del proceso de degradación un fertilizante rico en fosforo y nitrógeno, apto para el uso agrícola.
Las pruebas realizadas en los últimos meses, encuadradas dentro de las etapas finales del proyecto previo a la conexión con el sistema, arrojaron un rendimiento de producción de metano del 68%, excelente resultado para una planta de energía renovable pionera en su tipo no solo en Argentina sino también en Sudamérica para un frigorífico bovino.
La apuesta de ArreBeef no prioriza solo el beneficio económico que podría derivar de la generación y comercialización del resultado de la planta de 1,5 MW sino también la valorización que tendrá a nivel internacional un producto, en este caso carne, amigable con el medio ambiente, sustentable además de las certificaciones de procesos con las que ya cuenta la empresa respecto a bienestar animal, hacienda proveniente de campos que no sufrieron deforestaciones y distintas certificaciones otorgadas por sus clientes como por ejemplo McDonald’s.

En la edición de hoy traemos este caso práctico para demostrar cómo es posible llevar adelante una actividad agroindustrial teniendo en cuenta todos los factores, inclusive los ambientales, y generando también externalidades positivas que complementan a lo económico.
Retomando el debate sobre la actividad porcina que tratamos en la sección el domingo pasado, es difícil pensar en un crecimiento y desarrollo económico sin impacto ambiental, lo que se necesita es el compromiso de los agentes productivos actuales, como el de ArreBeef, y de los que vendrán, como podrían ser la expansión de la porcinocultura, para que este sea el menor posible y hasta pueda tener un balance positivo en la reconversión de la matriz energética y el desarrollo de energías renovables.
Este es un caso testigo de lo que se denomina bio economía y la “vaca viva” impulsada por el Ingeniero Fernando Vilella y utilizada recientemente por el Presidente en sus presentaciones.
