Anocheciéndome con interrogantes amasados por el tiempo

Por Liliana Etlis.

Me conmovió una sensación que vino desde un lugar no común,  pude entrar a esos pliegues que a veces la insistencia del  sentipensar anda por delante de palabras en desuso, estando hoy mixturadas con afectos, emociones y saberes superpuestos.

 Se exponen cada vivencia en una simultaneidad, como ocurre en la vida cotidiana, las dudas eran casi nítidas y estaban muy relacionadas a las pasiones humanas. 

Justamente allí, donde los límites claros como en algunas orillas donde habitan caracolas que guardan secretamente el sonido del mar, a veces se desvanecen momentos donde se  presenta un vagabundeo mental, la luz de lo que queda del día se desarma en pocos segundos. Los restos comienzan a interrogar mi realidad utópica, cuestiona dichos, frases y la miserabilidad de pocas familias que tienen el Poder de poder.

En mi cuerpo funcionan pequeños faros donde me avisan de un posible sacrificio, es un sufrimiento silencioso que solo aparece cuando el cuerpo duele, no desde una mirada médica, lo que denominan organismo, sino desde un lugar donde la mente también está comprometida, siendo la única solución posible la ternura como inhibidor de la crueldad, ante estos momentos donde el atravesamiento del lenguaje cruza nuestras pieles violentamente. 

Recordaba otras épocas y el saber académico, donde pude exponer funcionamiento de mis propias neuronas a veces frágiles, otras descolonizadas y las sutiles emocionales que se espantan del binarismo, el saber profesional y el político. Ellas se interrelacionaban en una dinámica que en momentos anteriores correspondía a la impronta popular dando lugar a la participación comunitaria y colectiva en Salud. En el ámbito antropológico, el olvido, la negación y la renegación no solo de temas históricos o de acontecimientos personales sino conceptos centrales como la omisión del Otro en la producción y utilización de ideas, me hacen reflexionar hoy día en actitudes de la conducta humana en tiempos de pandemia.  

Hay quienes  quieren continuar con un modelo de país, lxs que  desean continuar un modelo neoliberal, competitivo, mercantilista,  xenófobo, racista, facho y otras expresiones. 

Estamos además, desde otro lugar, nosotrxs. Los que seguimos el sabor de la dignidad.

 Están ellos, los que quieren la no vida y nosotrxs que queremos un mundo mejor.

¿Cómo llegamos a tanto individualismo? ¿Sólo desdela colonialidad del saber, del ser y del conocimiento eurocéntrico que pocos países han manipulado cultural y políticamente nuestros cuerpos?

Hay suspensiones de sentipensares. Se vive en forma continua la experiencia cotidiana y nos traerá consecuencias. Lo discontinuo se manifiesta bajo formas invisibilizadas. El bombardeo constante de estímulos produce continuidad, no deja espacio a la reflexión ni aire para pensar diferente, la pantalla adherida al cuerpo como verdadera prótesis es la descorporeización, una atención relacionada al tacto con yemas de los dedos cansados y mecanizados, obstaculizando la memoria, pantallas iluminadas con mensajes ideologizados  desde medios hegemónicos que controlan subjetividades, fugas del cuerpo hacia algún lugar apropiándose de la falta de sentidos, dificultades receptivas, falta de escucha, ausencia de  imaginación y ensoñación, regulación del registro del dolor y el sufrimiento, negación de placeres, otras. 

Constantes que no permiten un grado de transgresión para poder crear e ir más allá de lo establecido. Crear nuevas Utopías.

Fragmentos de ideas atravesadas simultáneamente por Face, Instagram, Telegram, Twitter, Whatsapp, Mails sea por Yahoo, Hotmail, Gmail, etcetcetc. Fotos, publicidades, YouTube, palabras en otro idioma.  

Colonialidad al palo. 

-En pocas décadas pasamos de compartir un programa de Tv en familia o grupos a la apropiación individual, a la utilización de las computadoras en forma no compartida-. 

Vivimos lo incierto, la no planificación en espacios donde domina la ideología de la no vida, de juntos por el cambio hacia el abismo. Todo esto profundizado por la ambigüedad de los comportamientos afirmando nociones como la relación entre sujeto y una estructura,  temas de debates no agotados al día de hoy. También se sumaron en otros tiempos no tan lejanos la teorías de los roles, la concepción donde la subjetividad es provisional e intercambiable, donde el sujeto ya no es una unidad sino que está dividido entre lo representado y la esfera más privada, cada vez más se comienza a experimentar la manipulación de las subjetividades desde afuera, la modificación de los sujetos a través de un trabajo ideológico-cultural determinados por el poder, la concepción de que las personas no pueden ser interpretadas exclusivamente a través de su YO  dado que su constitutividad refiere a OTRO que lo incluye. 

Entre tantos conceptos, nociones y prácticas, discursos que generalizan clases sociales, etnias e identidades de Género, en momentos de zoom y pandemia he llegado  a la conclusión de que de nada sirven si no se conocen otras formas de ver la vida. El Pluriverso.

Ideas que son maravillas y que serán utilizadas solo para un sector implica que aquellos subalternizados serán los mismos padecientes de siempre, no estarán al alcance de lo maravilloso hasta que no demos cuenta de la profundidad que hay detrás de los conceptos como ponerse en el lugar del otro sin frases hechas en laboratorios. 

Será una batalla cultural por fuera de los fanatismos políticos y las categorías academicistas lo que nos permitirá acercarnos a las utopías lo más que podamos y en este lado del aire seguiremos con las luchas.