Alberto y Cristina… ¿Toman el té?
Por Silvina Caputo.
Alberto y Cristina… ¿Toman el té? No sabemos. Y no sabemos porque día tras día, minutos tras minuto, tapa tras tapa, graph tras graph, los medios dominantes se encargan de hacernos dudar al respecto.
Otra pregunta, un poquito más profunda: ¿Es necesario que tomen el té?
A juzgar por las noticias, no. En un sólo día, por ejemplificar no más, viendo un solo medio, encontramos al menos tres noticias que nos hacen no sólo dudar de ese acuerdo de caballeros y damas, sino más bien lo contrario.
Los títulos son: “Fuerte respuesta de la ministra Losardo en una operación política en su contra que HABRÍA surgido del kirchnerismo”. Otro título, mismo portal: “Danza de nombres para reemplazar a Solá en Cancillería, los candidatos de CRISTINA, DE ALBERTO (entiéndase, no son los mismos) y un tapado”.
Otro título, mismo día: “Cristina Kirchner pidió (entiéndase NO Alberto) reformular el sistema de salud y en la CGT temen que se perjudiquen a las obras sociales”.
El metamensaje permanente no es sólo la pelea entre el Presidente y la vice sino también el fortalecimiento del slogan “Albertítere” que los creativos de la pluma instalaron a fuerza de memes.
Para al menos aproximarnos a la verdad, sería bueno escuchar a los protagonistas, o por lo menos a los que sí sabemos, son sus fieles colaboradores. Como los K parecen tan “fanáticos” la opinión pública nos permite ir hacia los “más moderados”.
Un ejemplo sería la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, quien en el pasado supo tener diferencias con Cristina. Y nada mejor que preguntarle a ella, sutilmente, qué piensa de la vice y su postura sobre el aborto. Esta pregunta, bien direccionada a fin de esperar al menos una respuesta diplomática, se encontró con una pared infranqueable que da muestras de la verdadera relación en la cúpula del poder.
“Cristina siempre se pronunció por el lado de la ampliación de derechos y como el aborto es un tema de salud pública, no creo que vote en otro sentido”, dijo Ibarra frente al silencio radial de los periodistas independientes de Corea del Centro.
Como si fuera poco, les recordó que la ley del matrimonio igualitario “no estaba en agenda” durante el gobierno de la expresidenta pero que cuando la actual secretaria Legal y Técnica se lo propuso, “inmediatamente contó con el apoyo del Gobierno y hoy es una norma que nos enorgullece”. (Toma, para que tengas).
También podríamos tomar las palabras que esta semana, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, declaró en un encuentro militante organizado por el Frente Patria Grande del que participó en forma virtual, y el que le dio el título a esta nota.
Cafiero dijo que “lo que quedó claro es que hay dos modelos de país, y que parte de la dinámica que se busca, es la de mostrar que hay rupturas en nuestro frente”.
“Han perdido hasta la creatividad para atacarnos. Siempre vuelven a si Cristina toma o no el té con Alberto. Nosotros tenemos que reafirmar el cambio de prioridades al que se comprometieron Alberto y Cristina, que son quienes conducen”, definió.
“Alberto y Cristina conducen el Frente de Todos, un espacio que tiene que permanecer unido a fin de trabajar para los que menos tienen”, dijo.
Por otra parte, valoró el “gran acierto del año pasado en buscar la unidad, lo que fue fundamental no solo para ganar una elección sino también para cambiar el rumbo de la Argentina”.
“Alberto y Cristina se comprometieron a un cambio de prioridades ya que desde el 2016 se había acentuado un modelo de endeudamiento y altas tasas de interés”, dijo, tras definir que la “bicicleta financiera era el modelo político y económico del macrismo” .
Y para saldar las dudas, respecto de las palabras de la vicepresidenta sobre los funcionarios y ministros que no funcionan, agregó que “está bien lo que dice Cristina, si un funcionario no trabaja se tiene que ir. Y está bien porque es lo que dice el Presidente”, sintetizó.
A los medios no les alcanzó el acto que volvió a mostrar la unidad del peronismo en La Plata, y no les alcanzó porque no era lo que ellos querían ver.
Y fueron tan obvios, que llegaron a escribir “en letras de molde” que “Alberto y Cristina llegaron en autos separados” cuando por protocolo de seguridad, es una norma que el Presidente y la vice, así lo hagan.
Así estamos…
Pero quienes pugnamos por un país con justicia social sabemos que es necesario apoyar a un Gobierno que, en plena pandemia, no deja de lado sus convicciones.
Los deseos personales, sectoriales, estarán, pero el bien común que es lo que nos define, seguirá indicándonos que hay que bancar lo que haya que bancar.
Este fin de año, probablemente, el asado peronista (aunque lo coman juntos Alberto y Cristina) no será tapa, pero más trabajadores podrán disfrutarlo, si ese es su deseo.
Tampoco nos sorprendamos, si de golpe, se da la foto y vemos el título: “Alberto y Cristina no respetaron el distanciamiento social”.