Alberto: venimos del subsuelo de la patria sublevado

Por Claudio Posse.

El presidente se refirió a la procedencia del pueblo argentino (y del resto de Latinoamérica). La verdad que la primera sensación que tuve fue de asombro, luego de indignación y, por último, me dio como “vergüencita”. ¿Viste cuando un conocido empieza a decir algo y sabés que se la va a poner de sombrero? Y cuando está por la mitad de lo que quiere expresar tenés ganas de tirarte encima y decirle: “Por favor, no lo digaaaaaaas”. Una cosa así. Lo cierto es que ya se dijo mucho estos días y lejos está en mí seguir machacando con el tema para seguir desgastando la figura presidencial. Así que me propuse que pensemos juntos desde otro lugar. Que nos miremos y pensemos juntos de dónde venimos para poder comprender hacia dónde tenemos que ir.

Solo decirle al presidente dos cosas: 1) antes de citar, corroborar la cita y 2) póngase a escuchar algunos otros temas musicales, hay mucho cantado que refiere a Latinoamérica, me atrevo a dejarles una película que co dirigí con Juan Palomino: Causas, Una Historia Latinoamericana.

Pero, volvamos al tema… estaba viendo la conferencia que compartieron Alberto y el presidente español y me acorde de diciembre de 2021. Cuando Fernando De La Rúa renuncia, al otro día, al mediodía, pasa por la casa de gobierno a buscar sus pertenencias, es decir el 21 de diciembre. Adivinen ustedes ¿Quién estaba esperándolo? Felipe González, el ex presidente de España, del mismo signo político que el actual presidente, y adivinen ustedes ¿por qué estaba visitando al presidente que estaba a punto de firmar su renuncia formal? Lejos de pensar que estaba saludando a un amigo, creería que estaba “lobeando” a favor de los intereses de las empresas españolas en Argentina. Es decir, en un momento extremadamente crítico para nuestro país, por donde lo quieran ver, el tipo vino a seguir expoliándonos. Esa es la mentalidad europea y siempre lo fue así. ¿Está mal lo que hizo Felipe González? Bueno, en términos de defensa de los propios intereses nada que reprocharle… los españoles a él. Pero nosotros no somos iguales, nosotros somos solidarios, no está en nuestros genes humanistas andar carroñando a países que están sufriendo una crisis.

Porque nosotros no vinimos de los barcos a traer la buena de Europa. Los y las europeas que vinieron en diferentes épocas desde el “viejo mundo”, fueron corridos, torturados, violados, expulsados de sus tierras. Y vinieron acá, a nuestras tierras, a buscar un manto de solidaridad y amor para desarrollar sus vidas. Y vaya que lo lograron. Porque nuestra Patria es generosa. La vez pasada hablando con un ministro que estuvo en funciones los 12 años del gobierno peronista de Néstor y Cristina (no lo nombro solamente porque no le pedí autorización), me dijo: “mirá que será generoso nuestro país que mi viejo era italiano y yo que soy segunda generación fui ministro y diputado nacional”.

Porque los que vinieron a la Argentina tuvieron hijos argentinos y nietos argentinos, cómo es lógico conocieron a otros seres humanos que provenían de otras partes, con lo cual sus descendencias dejaron de ser europeos (o de esas otras partes). Ahora son argentinos, podríamos decir “criollos”, que por pertenencia regional (y cultural) podemos decir que son (somos) Latinoamericanos.

Claro, sometidos por décadas a la influencia mediática de las clases dominantes, que odian a las clases subalternas, los sectores urbanos, como los autodenominados porteños (aquellos que nacieron en la Ciudad de Buenos Aires y que defienden los intereses del puerto), buscan tener una pertenencia diferente. Por eso dicen que Buenos Aires es la Paris de América y esas gansadas que no tienen sustento alguno.

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Pensaba en Fontanarrosa y su personaje Inodoro Pereira que decía: “Estoy comprometido con mi tierra, casado con sus problemas y divorciado de sus riquezas”. Para tener en cuenta de dónde venimos tenemos que tener en cuenta nuestros principios y nuestra pertenencia.

El presidente debe entender que es el presidente de todos los argentinos. Claro, sería mucho más tranquilo ser Jefe de Gobierno de la ciudad más rica del país. Pero Alberto es el presidente de todas y todos. No debería hablar como si fuera representante de un sector, en este caso de aquellos que se sienten europeos o con “cabeza europea”. Imaginen ustedes que tuviésemos cabeza europea, habríamos generado dos guerras mundiales, hubiéramos colonizado países por todo el mundo, destruido África e invadido y explotado hasta el hartazgo un continente “nuevo”, como hizo España con América.

Yo no quiero tener cabeza europea, me encanta la cabeza latinoamericana repleta de amor, solidaridad y lucha.

Justo a nosotros los peronistas que nos han puesto epítetos por doquier, cabecitas negras, grasas, villeros, gronchos y mil etcéteras. Y ¿sabés qué Alberto? No nos jode. Había un cantico popular allá por los 80 que decía: “seremos negros, seremos grasas, pero gorilas no”. Ese es el subsuelo de la Patria sublevado, del que hablaba Scalabrini Ortiz, los oprimidos, los reprimidos, los trabajadores, los excluidos, los “café con leche” como yo, eso somos Alberto: El subsuelo de la Patria Sublevado. Los que, si pasara algo fiero, si el F.M.I (repleto de europeos), si el club de Paris, si la embajada norteamericana, si tu Amigo el presidente español o Felipe González (ojo que también es amigo de Macri, raro ¿no?), te dejan en banda y no tenés donde recostarte, como te dijo Cristina el 10 de diciembre de 2019, no te hagas mayores problemas, date vuelta y mira al Pueblo, nosotros estamos acá para seguir luchando por una Patria Libre, Justa, soberana y profundamente latinoamericana.