Alberto: Aguante la Grieta

Por Claudio Posse.

No salgo del asombro cuando dirigentes y dirigentes políticos salen a los medios a decretar la muerte de la “grieta”. Pero lo que más me asombra es que la “elite” política argentina piense y este convencida que al argentino/a le agradaría que no haya grieta. Entonces, todos los años electorales podemos observar que estos dirigentes se pavonean tratando de argumentar lo bueno que es no tener “grieta”.

Lo primero que me gustaría aclarar, para que pensemos juntos, es el tema del surgimiento de la palabra. Porque muchos compañeras te critican cuando la usas ya que proviene de la boca de Jorge Lanata. Y, la verdad, es como pedirles a los compañeros del 17 de octubre que no se digan descamisados. Las palabras que usa el enemigo las podemos tomar y resignificarlas porque ahí empezamos a marcar la cancha nosotros y nosotras. Me da pena ver a los y las compañeras pasearse por los medios hegemónicos pidiendo perdón por profundizar lo que creemos o estamos convencidos.

Yo quiero que haya grieta. No quiero estar en la misma vereda de la vida que los que piensan como Macri, Patricia Bullrrich o Rodríguez Larreta. Es el agua y el aceite. No se juntan nunca. ¿Por qué sería bueno para el país bajar todas las banderas por las que luchamos con el fin de llevarnos bien con los que nos oprimen? Eso no es unidad nacional, eso es rendición incondicional.

A mi me parece que es imprescindible mantener las convicciones, los ideales y la doctrina. Y eso es mantener la grieta, porque es verdad que ellos, la oligarquía, los neoliberales y los liberales, no se bajan de sus convicciones. Pero a muchos compañeros le han hecho creer que es bueno que nos llevemos bien. Sería algo así como: “cerramos la grieta para poder explotarte mejor, dale?”. Es como el concepto liberal de la libertad, la libertad de abrir el gallinero para que el zorro se coma las gallinas, es cierto que el zorro el libre, las que estarían en problemas son las gallinas.

La verdad, compañeros y compañeros, que sueño con un discurso de Alberto, abriendo las sesiones ordinarias del congreso, disruptivo y sin “entre líneas”. Confrontando con el enemigo (si, enemigos no adversarios). Sueño con un discurso que anticipe la liberación de los presos políticos, sueño con un discurso que enumere las acciones a tomar para distribuir la riqueza en forma equitativa, sueño con un discurso que cuente como va a ser la reforma judicial que nos merecemos, sueño con un discurso que ponga sobre la mesa los intereses que defendemos aquellos que estamos de este lado pero, también, que nos cuente que intereses representan ellos, los que están del otro lado, sueño con un presidente que quiera aplaudir hasta que me retumben las manos.

Es verdad que la historia la escriben los que ganan, por lo menos al principio, pero luego los pueblos se encargan de reescribirla.

Compañero presidente, muchos de nosotros vamos a estar en los momentos críticos, cuando los arribistas y “amigos” se van y te sueltan la mano siempre va a estar la mano de un o una compañera para salir a luchar.

Lo único que tenemos que saber, compañero presidente, es que esta de este lado de la grieta… todo lo demás se puede solucionar.

Yo acá puedo decir que banco la grieta, compañero presidente usted accione, ya sabe de que lado estamos.