Al gran pueblo argentino, salud

Por Daniel Prassel.

Que se puede agregar cuando observamos imágenes de muertos y más muertos en los países vecinos, donde vemos como las guardias se llenan, los hospitales no dan abasto y hasta aunque parezca mentira, los médicos definen en última instancia, quien deberá vivir o quien no, bueno hoy estamos así.

Estamos transitando indefectiblemente una crisis sin precedentes, donde ya no solo la economía quedara golpeada sino también todas las relaciones sociales, políticas, laborales, y la hora nos exige, más cohesión que nunca, porque además de la vida como bien dice nuestro Presidente, se juega mucho más, como por ejemplo que Rol debe tener un estado como organizador de la vida en comunidad.

Históricamente nos han venido inoculando desde las empresas masivas de comunicación la teoría del estado deficitario que nada resuelve y todo rompe, elefantiásico le dicen los agoreros de siempre, y lo más triste, buena parte de la sociedad lo cree así, destilando agravios estigmatizantes y mostrando siempre desprecio hacia lo público.

Afortunadamente, para todas y todos (incluso también para ellos) en estos duros momentos que vivimos, ha sido el Estado quien ha podido enfrentar la debacle sanitaria de magnitud mundial y sostener de la mejor manera posible, la vida de millones de argentinos que por supuesto estamos padeciendo, pero que estamos convencidos que el rumbo elegido es el correcto.

Hoy vamos a repasar el sistema de salud de nuestro país, que también ha sido atacado vilmente durante este contexto, bastara recordar el desprestigio al que quisieron llevar al Dr. Ramón Carrillo vinculándolo a los nazis o los balbuceos de algunos periodistas que solo echan fuego por la boca y nada dicen a la hora de criticar los esfuerzos actuales, sobre el aqueo macrista que hasta llego a degradar un ministerio tan importante, a una simple secretaria.

Ramón Carrillo además de ser neurocirujano y neurobiólogo, era un gran político y así lo demostró como primer ministro de salud de la nación durante 8 años (1946-1954) donde se dedicó al desarrollo de la medicina social (sanitarismo).

Esto infería atacar las causas de las enfermedades de manera preventiva con mucha fuerza y acciones concretas, fue así que por ejemplo, la mortalidad infantil que en 1943 era de 90 por mil, para 1955 era de 56 por mil.

Carrillo sostenía que “La mala vivienda, la alimentación inadecuada y los salarios bajos, tienen tanta o más trascendencia en el estado sanitario de un pueblo, que la constelación más virulenta de agentes biológicos”.

Entre la combinación de su gestión como ministro en articulación con la Fundación Eva Perón, se llevó adelante una tarea titánica, construyendo 21 hospitales, garantizando atención, tratamientos, provisiones y medicamentos totalmente gratuitos para los pacientes.

Incluso un tren sanitario que recorría el país durante 4 meses dando atención médica y odontológica en lugares alejados.

Se crearon más de 200 centros de atención sanitaria, la fábrica de medicamentos a bajo precio “EMESTA” y se realizaron campañas masivas de educación y vacunación.

Años más tarde “La Fusiladora” lo dejaba sin recursos para poder tratar su enfermedad, moriría en Brasil un 20 de diciembre de 1956.

Dicho esto sobre el fundador del sanitarismo en nuestro país, no pretendemos más que poner sobre relieve la importancia de considerar la salud como un derecho humano y no como un bien de cambio tal la idiosincrasia de los gobiernos liberales, donde todo se compra o se vende.

Cuando asumió Macri en 2015, había 13 hospitales listos a ser terminados, aclaramos para el gorila de a pie que no somos China y un hospital lleva su tiempo, si hubiese habido vocación política de cuidar la salud como expresan en los medios los dirigentes Macristas, alguno de estos edificios podría haber estado funcionando entre 2015-2019, pero no fue así.

Ha tenido que volver un gobierno nacional y popular para jerarquizar nuevamente al rango de ministerio a la salud y terminar en tiempo record esos hospitales a los que referimos, como por ejemplo el del Bicentenario en Esteban Echeverría, puesto en marcha en mayo de este año.

Es realmente “saludable” que el Pueblo argentino empiece a repetir palabras y conceptos como estos, porque además de esclarecernos nos ayuda a comprender desde donde hay que arrancar, para exigirles siempre a las autoridades de turno, nunca menos en cuestiones tan vitales como estas.

No hay nada más Peronista que garantizar la justicia social, y claramente, no va a venir el Mercado a resolver estas cuestiones, sino que debemos fortalecer el rol del estado, acompañado por un Pueblo en conciencia plena de cada uno de sus derechos.

Hoy revalorizamos la Salud ante este contexto, pero también reivindicamos los lazos solidarios, el pensarse en comunidad y los objetivos colectivos.

Hay que estar atentos, distintos cantos de sirena en todos los canales agitan fantasmas para desestabilizar, para horadar y esmerilar este Gobierno, desde mi muy humilde mirada hay dos cosas que no nos podemos permitir, en primer lugar que se olvide el saqueo de Macri y sus socios, hay que confiar y exigirle al poder judicial que avance en sus investigaciones, para no garantizarles impunidad alguna y en segundo lugar, no hay que perder iniciativa política nunca.

Llorar es un sentimiento, mentir es un pecado” Cro Saúl Edolver Ubaldini

Más Estado, Más Solidaridad, Más Comunidad, como nuestrxs 30.000 nos enseñaron