A Lorenzini no lo conmovió la soberanía alimentaria

Por Julio De Vido (h).

Fabián Lorenzini es el Juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la localidad de Reconquista (Santa Fe), una de las tantas ciudades donde la empresa Vicentín tiene gran influencia en los distintos sectores de su día a día y ayer quedó demostrado que la justicia no está exenta de esto, sin embargo, pareciera que este lobby no se termina ahí.

Pocos minutos después del fallo judicial y en el marco de la residencia de Olivos, el gobernador Perotti agarraba la batuta del manejo comunicacional posterior al golpazo que significo la decisión a las supuestas intenciones del ejecutivo Nacional de hacerse cargo del manejo de la empresa agroexportadora.

Si esto último fue una decisión consensuada entre el Presidente, quienes manejan su comunicación y el gobernador Perotti empezaría por preocuparme. El gobernador no estuvo en la mesa en la que se dio el sorpresivo anuncio y al día siguiente ya estaba operando para alcanzar una “alternativa superadora” tema al que nos dedicamos la edición pasada viendo como venía la mano. La realidad nos superó, como suele suceder en Argentina, y el tablero se da vuelta tras un fallo de dudoso sustento jurídico.

El único ganador luego de casi dos semanas de idas y vueltas pareciera haber sido el gobernador Perotti a costas de la imagen y la gobernabilidad del Presidente Fernández quien antes se vio, en cierta forma, blindado en el tema por el embate de los grandes medios contra CFK, planteándola como autora intelectual de la medida.

Y por supuesto los otros ganadores son los accionistas de la firma quienes envalentonados por un muy vigente poder político y un ruidoso apoyo de parte de la sociedad y de prácticamente todas las grandes entidades gremiales del sector agropecuario (incluso aquellas que representan a los acreedores) están nuevamente al frente de la conducción de la empresa sin que se vean avances en la cuestión judicial que refiere a la toma de la deuda con el Banco Nación conducido por entonces por Javier González Fraga en el gobierno de Mauricio Macri.

Ayer por la mañana el Presidente se pronunció sobre la cuestión y sus novedades en El Destape Radio, al margen de intentar revalidar la intención de expropiar la empresa, aun sin brindar precisiones sobre el envío del proyecto de ley al Congreso Nacional dejo algunas definiciones confusas respecto a cómo pretendería el Estado hacerse con el control de la misma, dejando entrever la posibilidad de hacerse cargo de comprar la deuda de otros acreedores para aumentar su participación, antecedente peligroso en el marco de la situación económica actual, el cierre compulsivo de empresas y de quiebras que ya está sucediendo y que se ve en el horizonte, pudiendo esto generar un pedido general en sede judicial para que el Estado se haga cargo de otros compromisos incumplidos por parte de agentes privados.

Con la cuestión en su punto de mayor tensión, con los accionistas usando todas sus cartas abocados de lleno a la cuestión y por el otro lado un Estado Nacional y Provincial con posiciones ambivalentes, con muchos frentes abiertos tanto por la crisis sanitaria, social y de deuda externa, la resolución del tema se sigue dilatando generando el desgaste lógico en la sociedad en su conjunto tanto en aquellos que se mostraban exultantes por la decisión presidencial como en los que se manifestaron en contra que no van a aceptar ningún tipo de solución “superadora” o intermedia ya que el objetivo es otro y es que el Gobierno Nacional salga muy herido de esta situación, la ex ministra Bullrich ya habla de la resolución “126” y el ex ministro de Agricultura Buryaile usa y abusa de las idas y vueltas en el discurso del Presidente y quienes lo acompañan en la gestión.

Claro, nunca va a avalar ninguna decisión que tome el gobierno legitimado por los argentinos en las elecciones del año pasado, los responsables de la comunicación y/o quienes hablan en nombre del Presidente pareciera que no lo notan.