70 años de PERONISMO

Por Oscar Rodríguez.

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La interpretación de la historia depende del contexto socio cultural y político de quien la está analizando.

Si cada hecho histórico se analiza desde las obsesiones de cada uno pocas conclusiones podemos sacar en claro.

Lo que se transcribe a continuación es el decreto presidencial firmado por Pedro Aramburu, Isaac Rojas y Álvaro Alsogaray. Publicado el 9 de marzo de 1956 en el boletín oficial de la República Argentina.

“Queda prohibida en todo el territorio de la Nación:

a) La utilización, con fines de afirmación ideológica Peronista (…) o propaganda Peronista, por cualquier persona (…) de las imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrinas, artículos y obras artísticas, que pretendan tal carácter… Se considerará especialmente violatoria de esta disposición, la utilización de la fotografía retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente depuesto, el de sus parientes, las expresiones “peronismo”, “peronista”, “justicialismo”, “justicialista”, “tercera posición” la abreviatura PP, las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales  “Marcha de los Muchachos Peronista” y “Evita Capitana”  o fragmentos de las mismas, y los discursos del presidente depuesto o su esposa o fragmentos de los mismos”.

El que precede es un texto que no puede ser rebatido. Es un dato objetivo de la realidad.

El peronismo estuvo proscripto y toda mención estuvo prohibida.

Les propongo ir sumando los años en que un gobierno con la doctrina peronista estuvo en el poder, a ver si nos dan la cuenta que hacen algunos.

Historiando un poco, podemos comenzar allá por el 6 de septiembre de 1930, con el derrocamiento del presidente constitucional Hipólito Hirigoyen, que sentó un fuerte precedente e hizo escuela para los futuros y constantes golpes institucionales que sufrió nuestro país.

Desde el año 30 hasta la actualidad fueron derrocados 14 gobiernos democráticos.

Y en este punto tomó la línea de mis notas anteriores, poniendo la responsabilidad y la absoluta complicidad en los medios de incomunicación.

Los golpistas que siguieron a los del año 30, entendieron que el camino del derrocamiento comienza con el desprestigio a partir de una activa campaña de prensa.

Corresponde hacer referencia a esta cita de Alberdi:

“Los liberales argentinos son amantes platónicos de una deidad que no han visto ni conocen. Ser libre, para ellos, no consiste en gobernarse a sí mismos sino en gobernar a los otros. La posesión del gobierno: he ahí toda su libertad. El monopolio del gobierno: he ahí todo su liberalismo. El liberalismo como hábito de respetar el disentimiento de los otros es algo que no cabe en la cabeza de un liberal argentino. El disidente es enemigo; la disidencia de opinión es guerra, hostilidad, que autoriza la represión y la muerte”.

Nuestro país se debate entre dos modelos contrapuestos, desde lo económico, lo político y socio cultural.

Por un lado, la Argentina que representa la equidad, la distribución de la riqueza, el estado como garante de otorgar derechos, la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.

El progresismo.

Por otro lado, tenemos a la elite y los grandes grupos económicos con la concentración de la riqueza, la exclusión, el individualismo. La derecha. El neoliberalismo.

Decíamos, entonces que la historia se interpreta de acuerdo del lado donde estemos ubicados.

La idea de la construcción del mito de Argentina como país próspero y pujante, está pensada con la intención de culpabilizar al peronismo de todos los males.

Sin embargo, el verdadero fracaso se puede atribuir a los que siempre entregaron la economía a los grandes capitales nacionales y extranjeros, la madre de todos los fracasos son las políticas liberales implementadas.

El modelo de país propuesto en el pre peronismo se basaba en la concentración de riqueza esto generó una brecha entre la élite dominante y el resto de la población. 

Si hacemos un recorrido de las políticas desarrolladas, objetivamente se puede aseverar que la visión liberal fue la que se mantuvo durante más tiempo.

La implementación del libre comercio sin ningún tipo de intervencionismo estatal, predominó la época. Sin embargo, los resultados no redundaron en un beneficio para las mayorías.

Todo lo contrario.

Joaquín Ladeuix y Pablo Schiaffino en su trabajo “El gigante con pies de barro”, marcan que, Argentina no estaba preparada para sostener el crecimiento económico que tenía el país en ese entonces.

No se apreció una política educativa equitativa, había un centralismo en Bs As y no se puso empeño en educar ni en capacitar a la población. El punto donde se fracasó fue en la distribución profundamente desigual de alfabetización.  

A su vez, Engerman y Sokoloff sostienen que el crecimiento divergente de los países se explica por diferencias en la distribución de la riqueza.

Los países más desiguales, según estos autores, desarrollaron instituciones elitistas que afectaron el crecimiento económico y educativo de la población.  Argentina nunca pudo zanjar esas diferencias a largo plazo. Las constantes interrupciones democráticas hicieron pendular las políticas llevadas adelante. Fluctuando entre un proyecto de país y otro.

Hasta la llegada de Perón al gobierno en 1946 el liberalismo dejó como herencia pobreza y desigualdad.

El año 1946 marcó un drástico cambio en la concepción de hacer política en el país, vayan haciendo cuentas, Desde la presidencia, Perón impulsó políticas que promovieron la industrialización, la expansión del mercado interno, la sindicalización de los trabajadores y la ampliación de derechos políticos, laborales, culturales y sociales.

Sumado a una distribución de la riqueza más equitativa.

Todo absolutamente todo en contraposición a la elite y a sus intereses económicos.

El advenimiento del peronismo cambió la matriz cultural de la época. Revalorizó la igualdad poniendo la confianza en el estado como garante del bienestar colectivo.

La implementación del estado de bienestar, molesto a los sectores de la oligarquía odiadora, tanto que el 16 de junio de 1955 tras un fallido intento de golpe institucional bombardearon la plaza de mayo sembrando muerte, admitiendo que no iban a permitir la continuidad del gobierno.

Queda claro en el decreto presidencial que se transcribe en los párrafos precedentes, que se pretende marcar que todo aquello que haga referencia al peronismo no era bueno para el país.

El espacio estuvo proscripto desde el 55 hasta el 73. La clase dominante planteó la batalla cultural con un pretencioso deseo de borrar del corazón y la memoria del pueblo los beneficios otorgados por el peronismo.

Perón gobernó desde el 46 al 55, y desde el 73 al 74. 10 años.

En estos 10 años dejó en claro que la concepción de país que tenía era de desarrollo industrial, redistribución de la riqueza, promoción del mercado interno, fomento de la educación y la salud.

Clarísimo el modelo de país.

Para evitar confusiones deberían llamarse gobiernos “Peronistas” a toda aquella gestión que represente los valores defendidos por Perón.

Valeria Arza y Wendy Brau analizan los recorridos económicos que tuvo nuestro país poniendo el análisis en las políticas económicas implementadas, ortodoxas si están en línea con las recomendaciones del FMI y el banco mundial y heterodoxas aquellas que no se alinean y adoptan un rumbo en la promoción de la industria y el mercado interno.

Entonces para clarificar, modelo de economía heterodoxa, peronismo, modelo de economía ortodoxa, neoliberalismo.

Con esta concepción de análisis podemos contabilizar entonces los años en los que gobernó el peronismo:

46 al 55 = 9

73 al 76 = 3

03 al 15=12

TOTAL= 24 AÑOS

Muy lejos de los 70 años.

No dan los números, no cierran las cuentas. La última experiencia de neoliberalismo que nos tocó sufrir termina en un desastre económico, social y cultural.

Macri dejó claro desde antes de llegar a ser gobierno que el péndulo de su política económica se detendría en la ortodoxia. Arrodillándose a los poderes económicos internacionales,

El rotundo fracaso los llevó a querer hacernos creer que “70 años de peronismo” son la causa de todos los males del país.

Una falacia, por donde se lo mire, primero desde la cantidad de años en los que los denominados gobiernos peronistas estuvieron en la gestión y también por las gestiones que llevaron adelante esos gobiernos.

Si tomamos en cuenta el símbolo, el peronismo gobernó solo la mitad de los años desde su primera experiencia en la ROSADA hasta la actualidad.

Un estudio de Daniela Köle demuestra que desde el 45 el “peronismo” gobernó durante 37 años.

Sumando los gobiernos de Perón- Cámpora- Isabel Martínez-Menem- Duhalde-Néstor y Cristina.

Ahora bien, si tomamos en cuenta los modelos de país impuestos por esos gobiernos en base a la ortodoxia y heterodoxia económica solo podemos contabilizar 24 años.

Desde el 45, el PBI creció siempre con los gobiernos que llevaron adelante una política de redistribución de la riqueza en contraposición de la revolución libertadora y la revolución de la alegría.

Es hora de resignificar la historia.

La historia se reescribe permanentemente, se va revisando, va destruyendo mitos, se va ampliando permitiéndonos generar pensamiento crítico.

Elaborando información pura y dura construyendo conocimiento.

Le damos un cambio de óptica a la imposición del relato histórico.

No entender la historia nos hace repetir los errores. Es como una persona que sufre de amnesia y cada día tiene que empezar de nuevo.Por eso los días más felices fueron, son y serán peronistas. Con todos adentro. Con un modelo de paí